Ari Huusela baja el telón de la novena edición Vendée Globe
Huusela entra en el exclusivo club de marinos que han completado una Vendée Globe, además de ser el primer finlandés en lograrlo. Cierto es que ha sido el último participante en finalizar esta edición de los 33 marinos que partieron de Les Sables d´Olonne el pasado 8 de noviembre de 2020, pero en el mundo de las regatas oceánicas el finalizar una vuelta al mundo en solitario ya es un gran logro de por sí, desde 1989 tan solo lo han logrado 113 patrones de los 198 que lo han intentado.
Ingeniero aeronáutico reconvertido en piloto de avión, apasionado de las regatas oceánicas desde su primera travesía del Atlántico en un Mini650 en 1999, Ari Huusela se convirtió en el primer patrón de un país nórdico en terminar la Vendée Globe. Su 25º puesto es infinitamente menos importante que su condición de "rematador", y por muy largos que hayan parecido los días a veces, el finlandés se merece el apodo que él mismo se ha puesto: "Super Happy Ari". En el peor de los casos, en el punto álgido de las depresiones, cuando las galernas azotaban su barco, reconoció que sólo era "feliz". “No me preocupa en absoluto ser el último", dijo hace unos días. “Estoy muy contento de estar en la regata y de estar donde estoy. Sabía que iba a estar muy lejos de los demás, y lo principal era terminar con un barco sólido que volviera en buenas condiciones”.
Ari Huusela ha logrado culminar su amor por el mar. En 1997 compitió en la Mini Transat 650 con un barco diseñado por su compatriota Kamu Strahlmann, finalizando en el puesto 13º, justo detrás de Yannick Bestaven. Más tarde compró el antiguo Aberdeen Asset Managemente, diseño de Andrew Cape para Sam Davies que finalizó la MiniTransat de 2001 en el puesto 11. Privado, por razones que aún no comprende (la organización le dijo que no acumulaba el número de millas suficientes), en la edición de 2003, vendió su barco a Isabelle Joschke a la cual le ayudó a tomar la salida. En 2007, después de navegar en la Clase F18, participo en la Route du Rhum con Class 40 Pogo en la categoría Rhum y obtuvo el noveno puesto. Solo le faltaba conquistar la Vendée Globe, consiguió comprar el IMOCA 60 Aviva de Dee Caffari, diseño de Owen Clark; pudo participar con este barco en la Transat Jaceques Vabre de xxx junto a Mikey Ferguson, para poder conocer bien el barco antes de dar la vuelta al mundo en solitario.
Toda su trayectoria oceánica ha tenido una resonancia asombrosa en su país logrando que para la Vendée Globe 2020-2021 la empresa Stark se implicase como principal patrocinador de su proyecto, que además ha sido premiado como uno de los tres patrocinios deportivos más importantes en Finlandia. La tenacidad de Ari Huusela, de Super Happy Ari, a sus 58 años, le ha convertido en un héroe en su país.
Tremendamente emocionado cuando amarraba el «Stark» en el pantalán de llegada Vendée Globe, respondía con mucha calma a las primeras preguntas de los periodistas que le esperaban: “… finalizar ya es increíble…”. Una actitud que mantuvo en todo momento, como disfrutando de casa segundo después de finalizar su primera vuelta al mundo; hasta para descorchar la botella de champán que entrega a todos los patrones, dejo que Yves Auvinet, Président
Conseil Départemental de Vendée, se tomó su tiempo manteniendo una conversación muy pausada. Ari no tenía prisa, sujetaba la botella, pero aún tardó unos minutos para descorcharla, ver un poco del preciado líquido sobre la cubierta del «Stark» y finalmente darle un buen trago a morro.
Lo mejor de todo, el momento en que desembarca del «Stark». Agarrado al obenque de estribor, primero puso la punta del pie izquierdo, acariciaba su barco; y para sorpresa de todos, sobre la alfombra roja, se puso de rodillas -muchos estarían pensando en el gesto que puso de moda el Papa Juan Pablo II de arrodillarse cuando llegaba a otros países besando el suelo- y Ari caminaba a gatas dado a entender que “ya estaba en tierra”, ya había llegado, ya había cumplido su objetivo de finalizar la Vendée Globe. Después abrazó a Sam Davies y atendió a los periodistas en el pantalán.
Unos días antes de su llegada, Huusela volvió a confirmar que su único objetivo principal fue siempre terminar. Si quedara en última posición, no le preocupa.
"No estoy preocupado en absoluto. Estoy muy contento de estar en la regata y de estar donde estoy. Cuando empecé la regata me hubiera gustado hacerlo en 110 días, pero para mí no importa si son 150 días; está bien mientras terminé. Sabía que estaría muy lejos de los demás. Lo más importante es terminar con un barco sólido y en buenas condiciones".
Y antes de finalizar. “Estuve llorando la mayor parte de la noche, he estado pensando en esto durante mucho tiempo. Estoy muy agradecido a mi equipo. Sin ellos no estaría aquí, y a Alex Thomson, que fue el primero que me empujó y me ayudó mucho a iniciar el proyecto. Y esta bienvenida aquí hoy es tan conmovedora. Haber estado en todas las salidas de esta regata desde 1996 y haber terminado hoy viendo a toda esta gente en el mar, en el Canal de la Mancha y ahora en la tierra es simplemente increíble, poder disfrutarlo yo mismo. Estoy muy contento de que Les Sables d'Olonne y la región de Vendée organicen esta regata, y ver a esta gente tan amable de Les Sables d'Olonne cuidando de nosotros y estando aquí esta mañana es simplemente encantador".