Rafael Argullol (Barcelona, 1949) rechaza las etiquetas que le endosan los hacedores de currículums y titulares periodísticos. Ni humanista, ni creador, ni pensador. Tampoco poeta, narrador o profesor. La peor de las etiquetas, filósofo: «¿Existe el oficio de filósofo? No, a excepción de unos cuantos seres ridículos que hacen gala de ello», sentencia. A punto de cumplir 76 años, Argullol piensa y escribe en transversal. Escritura a mano para sentirse más responsable de lo escrito . Treinta y cinco títulos —novelas, ensayos, poemarios— de una obra que agavilla filosofía, estética, memoria personal, episodios históricos, bíblicos y mitológicos, miradas sobre el presente sin caer en la apología presentista, viajes e inmersiones en otras culturas, experiencia del dolor… En 'Rafael Argullol: caminar,...
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