Vivimos una distopía cultural en la que el fondo moral del asunto determina lo que va a opinar aquel crítico del resultado final. «El tema (introduzca aquí cualquier asunto político del momento) está tratado con exquisito gusto y gran profundidad», que es otra forma de decir que lo que rueda la directora -o escribe el dramaturgo, o novela el escritor- encaja con la idea del mundo que tiene el crítico y, por tanto, es poco menos que una obra maestra. Vaya al cine a verla y, si se duerme arrullado por el sopor... Читать дальше...