Empresarios del campo pedirán a precandidatos que el dólar cueste 50% más
La Federación Rural (FR) estima que el dólar debería tener un valor de $58 en la actualidad, en contraste con su valor actual de $38,50. Esta estimación considera que al comienzo de la emergencia sanitaria por la pandemia de covid, el dólar tenía un valor de $43, y desde entonces ha habido un ajuste en el IPC del 32% (marzo de 2020 a febrero de 2024).
En un hilo en la red social X titulado “El campo y el eterno retorno del atraso cambiario”, la entidad ruralista señala la necesidad de una mayor producción para cubrir impuestos y gastos en pesos, especialmente en un contexto de sequía histórica que ha costado al país US$1.883 millones, equivalente al 3% del PIB nacional.
Jorge Andrés Rodríguez, presidente de la FR, explicó al diario El Observador que el propósito de esta divulgación es simplemente visibilizar una situación que afecta duramente al sector productivo.
El presidente de la FR también expresó su preocupación por la constante y perjudicial erosión del valor del dólar, destacando que es un tema que debería preocupar a todos. Además, señaló que aunque este problema es reconocido por todos, parece que no se toman medidas al respecto, lo que genera un esfuerzo productivo desmedido.
La Federación Rural está elaborando un informe detallado sobre esta situación para entregárselo a cada uno de los precandidatos a la Presidencia de la República.
En el mismo comunicado en la red social X, se mencionó el aumento del 13% en las tarifas en dólares del puerto de Montevideo en agosto para las exportaciones, lo cual es absorbido por la cadena productiva local. También se destacó la pérdida de competitividad, especialmente en comparación con China, destino de casi la mitad de las exportaciones de carne vacuna en 2023.
La FR advirtió sobre el creciente endeudamiento del sector, que ha aumentado un 48% desde enero de 2022 hasta enero de 2024, pasando de US$2.500 millones a US$3.564 millones. La Federación Rural concluyó que el sector agrario ha sido históricamente una fuente de recursos para el Estado, especialmente durante la pandemia, y se encuentra en una situación de transferencia de recursos para mantener el nivel de consumo en un contexto de crecimiento continuo.