El 14 de diciembre de 2024 quedará marcado como una fecha histórica para la comunidad educativa de las Esclavas, con la primera salida procesional de la Inmaculada sobre un paso. Este momento, cargado de fervor y devoción, atrajo a cientos de antiguos alumnos y fieles que participaron en un recorrido memorable. Más de 700 cirios iluminaron el cortejo, acompañado por las bandas de música San Benito y Tejera, que pusieron banda sonora a un ambiente de recogimiento y alegría. Uno de los momentos más emotivos tuvo lugar en la calle Martínez Montañés, donde la Virgen fue recibida con una lluvia de pétalos desde el balcón de una antigua alumna del colegio. Este gesto, lleno de simbolismo y devoción, emocionó a los presentes y subrayó el vínculo especial entre la comunidad educativa y su patrona. Entre lágrimas y aplausos, el paso se detuvo, convirtiendo este instante en uno de los más significativos de la jornada. El recorrido de la Inmaculada incluyó visitas a lugares emblemáticos y cargados de significado para la comunidad. La Hermandad de la Vera Cruz, con la que mantiene una estrecha unión desde hace décadas, la recibió con especial solemnidad. La procesión también se detuvo en la Basílica del Gran Poder, destacando la conexión entre ambas instituciones a través de la figura de Spínola. Además, recorrió la Parroquia de San Lorenzo y San Vicente, así como la capilla de la Virgen de las Aguas, que lucía radiante al estar la imagen de culto. Estos encuentros reforzaron los lazos entre las distintas devociones del barrio y dieron aún más relevancia al acontecimiento. Cientos de antiguos alumnos acompañaron a su Virgen con una entrega genuina, protagonizando una auténtica bulla, espontánea y sin protocolos, que recordó la esencia más pura de las cofradías . Las calles del barrio se llenaron de vecinos y devotos que salieron a presenciar el acontecimiento. La talla de la Inmaculada, que había permanecido en el ámbito interno del colegio durante años, se convirtió en el eje de un evento que no solo unió a la comunidad educativa, sino que también dejó una huella imborrable en los fieles que acudieron a contemplar su procesión . Este día será recordado como el inicio de una tradición que reforzará aún más los lazos de devoción y hermandad en torno a la Virgen. Así concluye un año extraordinario en el colegio del Sagrado Corazón, iniciado en la Catedral y concluido con la Virgen por su barrio. Todo esfuerzo ha merecido la pena porque no se ha engrandecido una devoción, sino que dieron un ejemplo auténtico de religiosidad.