¿Por qué Vinicius es, con 24 años, el capitán del Real Madrid?
Vinicius Júnior, capitán del Real Madrid. La frase, que hace unos años habría parecido prematura, es hoy una realidad. A sus 24 años, el brasileño asume por primera vez el brazalete en un partido oficial, nada menos que en una semifinal de Copa del Rey ante la Real Sociedad. Ancelotti ha hecho muchos cambio. No es un gesto menor. Significa el reconocimiento a una evolución constante, a un jugador que ha pasado de promesa inestable a referente indiscutible del equipo. Cuando Vinicius aterrizó en Madrid en 2018, la expectativa superaba a la realidad. La etiqueta de futuro crack le acompañó desde su fichaje, pero sus primeras apariciones dejaron más dudas que certezas. El talento era evidente, pero también sus carencias: demasiada ansiedad en el área, imprecisión en el último pase, tendencia a tomar decisiones aceleradas. La crítica fue implacable.
Pero si algo define a Vinicius, más allá de su capacidad técnica, es su carácter competitivo. Con el tiempo, y bajo la tutela de entrenadores como Zidane y Ancelotti, corrigió sus defectos sin perder su esencia. Refinó su finalización, aprendió a elegir mejor sus movimientos y entendió cuándo debía acelerar o pausar el juego. Su progresión le ha convertido en el atacante más determinante del equipo, con 298 partidos disputados y una influencia creciente en el vestuario.
El ascenso de Vinicius no se mide solo en cifras, sino en la trascendencia de sus actuaciones. Su gol en la final de la Champions League 2022 ante el Liverpool fue el punto de inflexión. Esa noche dejó de ser una promesa y se convirtió en una realidad. Desde entonces, ha sido un pilar del Real Madrid, acumulando títulos: dos Champions, tres Ligas, tres Supercopas de España y dos Supercopas de Europa, entre otros trofeos. El año pasado volvió a marcar en la final contra el Dortmund.
Pero más allá del palmarés, lo que define su evolución es la forma en que ha asumido la responsabilidad. En un equipo acostumbrado a la grandeza, la exigencia es permanente. Vinicius ha sabido responder, consolidándose como el líder ofensivo del Madrid junto a Rodrygo y Bellingham.
Liderazgo dentro y fuera del campo
Lo del brazalete no es un simple detalle protocolario. Es una muestra de confianza y un mensaje claro sobre su rol en el equipo. La capitanía es un símbolo, pero también una carga. Vinicius ha madurado lo suficiente para llevarla y es el futbolista titular hoy más veterano del equipo
Además, ha aprendido a controlar sus emociones en los momentos de mayor presión. Su capacidad de respuesta en los escenarios más exigentes, su liderazgo natural en el vestuario y su actitud desafiante ante la adversidad le han convertido en un referente. Ya no es solo un extremo explosivo que desborda defensas. Es un jugador con peso en el equipo y en la institución.
Portar el brazalete en Anoeta no es solo un reconocimiento. Es un paso más en la evolución de Vinicius. Significa que el relevo generacional está en marcha y que el Real Madrid ve en él a un líder de presente y futuro. La capitanía de Vinicius no es un gesto aislado: es una declaración de intenciones.