Un abogado laboralista explica cuál es el truco legal para que tu empresa se lo piense dos veces antes de despedirte

Para nadie es un secreto que el derecho al trabajo es uno de los pilares fundamentales de la Constitución Española. El artículo 35 de la Carta Magna establece que todos los ciudadanos tienen el derecho y el deber de trabajar, garantizando además la libre elección de profesión u oficio, la posibilidad de promoción laboral y una remuneración suficiente para cubrir sus necesidades y las de su familia, así muchas veces estas condiciones no se cumplan.

Además del derecho al trabajo, la normativa ampara derechos colectivos esenciales como la sindicación, la negociación colectiva, la huelga y la participación en la empresa. Sin embargo, en muchas ocasiones estos derechos pueden verse vulnerados, lo que lleva a muchos trabajadores a enfrentarse a situaciones de despido injustificado o represalias laborales.

En caso de que un trabajador considere que sus derechos han sido vulnerados, la legislación española le otorga la posibilidad de realizar una reclamación formal ante su empresa, quedando protegido frente a un despido por represalia bajo el principio de garantía de indemnidad. Este principio, ampliamente respaldado por la jurisprudencia, impide que una empresa tome medidas adversas contra un trabajador que ha ejercido legítimamente sus derechos. No obstante, muchas personas desconocen este mecanismo de protección y temen que manifestarse en defensa de sus condiciones laborales pueda costarles el puesto de trabajo.

Estrategias para evitar el despido

En el ámbito del derecho laboral, existen diversas estrategias que pueden ayudar a los trabajadores a proteger su estabilidad en la empresa. Un abogado especializado en derecho laboral, ha compartido con sus seguidores de Tik Tok una estrategia legal efectiva para minimizar el riesgo de despido cuando el trabajador sospecha que su empresa podría cesarlo.

Contrario a lo que algunos empleados piensan, solicitar una baja médica no es la mejor manera de evitar un despido, ya que no garantiza una protección absoluta. En cambio, el experto recomienda que los trabajadores documenten y presenten por escrito sus reclamaciones laborales, dejando prueba de sus solicitudes de derechos, como mejoras salariales, cumplimiento de jornada laboral, descansos, condiciones de seguridad, entre otros aspectos.

Según explica el abogado, si una empresa decide despedir a un trabajador poco después de que este haya realizado una reclamación formal, podría interpretarse como una represalia, lo que abriría la puerta a impugnar el despido y solicitar su nulidad ante los tribunales. Esto se debe a que, en términos jurídicos, despedir a un empleado por haber reclamado sus derechos es una vulneración de sus derechos fundamentales, lo que puede convertir el despido en nulo.

¿Qué significa un despido nulo?

El despido nulo es una de las categorías más protegidas dentro del derecho laboral español. Se considera que un despido es nulo cuando se vulneran derechos fundamentales del trabajador, como la igualdad, la no discriminación o la garantía de indemnidad. Algunas de las circunstancias más comunes en las que un despido puede ser declarado nulo incluyen:

• Despidos por embarazo, maternidad o paternidad.
• Despidos de personas en excedencia por el cuidado de menores o familiares dependientes.
• Despidos de víctimas de violencia de género.
• Despidos como represalia por haber ejercido un derecho laboral, como presentar una denuncia, afiliarse a un sindicato o reclamar condiciones de trabajo.

Cuando un juez determina que un despido es nulo, la empresa está obligada a readmitir al trabajador en las mismas condiciones laborales previas al despido. Además, la empresa deberá abonar los salarios dejados de percibir desde la fecha del despido hasta la reincorporación. En algunos casos, también se puede reconocer una indemnización adicional por daños morales si se demuestra que el trabajador ha sufrido una afectación significativa en su vida personal o profesional.

Plazo de readmisión y protección judicial

Una vez que un despido ha sido declarado nulo, la empresa debe reincorporar al trabajador en un plazo máximo de tres días desde la notificación de la sentencia judicial. Este plazo, estipulado por la ley, busca garantizar que el trabajador pueda volver a su puesto de manera inmediata sin sufrir más perjuicios.

Además, la justicia ha ido fortaleciendo la protección de los empleados frente a los despidos nulos. Por ejemplo, en algunos casos, los jueces pueden imponer multas o sanciones adicionales a la empresa si se demuestra que ha actuado de mala fe o con el propósito de perjudicar al trabajador.