Manifestantes exigen a concejal que retire su apoyo a la explotación minera de Ozinga

Decenas de opositores de una operación minera propuesta en el lado sureste exigieron que el concejal Peter Chico (10º) retirara su apoyo al proyecto, interrumpiendo ruidosamente una reunión pública que organizó el miércoles por la noche.

“No somos una zona de sacrificio”, dijeron en conjunto unos 50 opositores en la secundaria George Washington.

Los organizadores de la protesta dijeron que reaccionaban a lo que describen como el apoyo de Chico al plan de la familia Ozinga para Invert, un proyecto subterráneo que se extendería cientos de metros por debajo de la superficie de una antigua fábrica de acero.

Los Ozinga, que gestionan la empresa familiar de materiales y concreto que lleva su mismo nombre, han intentado convencer a la comunidad de las ventajas del proyecto durante los pasados tres años. La idea parecía muerta después de que un funcionario municipal dictaminara el año pasado que la construcción requeriría la explotación minera para excavar el espacio y extraer piedra del subsuelo, una práctica prohibida en Chicago.

Parece que la única forma de que el plan de Ozinga siga adelante es cambiar la ley municipal.

Chico presentó una propuesta de ordenanza a principios de este año que anularía la prohibición de Chicago sobre las operaciones mineras, despejando potencialmente el camino para que los Ozinga lleven a cabo el desarrollo de Invert cerca de East 112th cerca del Río Calumet. Un funcionario de Invert se negó a hacer comentarios.

Algunos residentes del sureste se han opuesto al plan, diciendo que la minería crearía polvo y ruido y podría tener un impacto en el río.

“Estamos profundamente preocupados por sus esfuerzos para poner fin a la prohibición de la minería y permitir la minería con explosivos en nuestra comunidad”, gritó uno de los opositores, una declaración que fue repetida por todo el grupo. “Nuestro concejal debería estar luchando por la protección del medio ambiente en el sureste, no presentando ordenanzas que contribuirán a la contaminación”.

Tras otras llamadas y respuestas, Chico intentó tomar el control, preguntando si podía hablar.

“También hay gente que apoya el proyecto”, dijo a la multitud, y señaló que “la comunidad decidirá” el destino de Invert.

Tras varios minutos en los que hubo reacciones de otros miembros del público, que abuchearon e hicieron gestos obscenos, la mayoría de los opositores se levantaron y abandonaron el auditorio. El grupo constituía al menos un tercio de los asistentes al evento de Chico.

Mientras los manifestantes salían, Chico señaló al grupo y dijo que “pudo haber sido su concejal”, refiriéndose a Óscar Sánchez, codirector ejecutivo del Grupo de Trabajo Ambiental del Sureste, que también aspiraba al puesto de concejal del distrito 10 que Chico ganó el año pasado.

El Sun-Times preguntó a Chico antes del evento cómo iba a responder a las preguntas sobre la minería. “La comunidad decidirá”, respondió, sin dar más detalles.

Preguntado después de la reunión cuántos residentes apoyaban el proyecto de Ozinga, Chico respondió: “la comunidad decidirá”.

Olga Bautista, que colidera el grupo ambiental, dijo que los opositores completaron y entregaron una docena de tarjetas con preguntas sobre el proyecto minero, pero Chico no leyó ninguna de ellas en la reunión.

Chico contestó otras preguntas e incluso contó con la presencia de los comisionados municipales de edificios, agua y transporte para responder a las preocupaciones de los residentes sobre diversos temas.

Muchas de las preguntas estaban relacionadas con la seguridad pública y la policía. Chico, agente de policía de Chicago, se mostró muy cómodo respondiendo a esas preguntas o dejando que contestaran los múltiples agentes de policía presentes.

Chico presentó la revocación de la prohibición de la minería en enero junto con el concejal Gilbert Villegas (36º).

Hasta ahora, Villegas es el único de los dos que ha hablado públicamente sobre Invert, afirmando que será un desarrollo positivo para el sureste de la ciudad, que nunca se ha recuperado de la pérdida de las fábricas de acero y de los miles de empleos sindicales que generaban.

Invert propone construir durante años un espacio subterráneo que pueda albergar distintos tipos de empresas, como servicios de datos, almacenamiento, fabricación e incluso agricultura de interior. El proyecto crearía más de 500 puestos de trabajo en la construcción, según las estimaciones del promotor.

Los que se oponen a Invert afirman que la explotación minera tendría un impacto ambiental negativo.

El activista Samuel Corona dijo antes de la reunión del miércoles que las expectativas en las próximas semanas para una propuesta de ordenanza destinada a proteger a las comunidades ya sobrecargadas de contaminación es un paso para garantizar "que el desarrollo no comprometa la calidad de vida" de los residentes.

Según diversas mediciones, el aire del lado sureste es uno de los más sucios de la ciudad, afirma Serap Erdal, profesor asociado de Ciencias de la Salud Ambiental y Laboral de la University of Illinois at Chicago.

Justo antes de que la ex alcaldesa Lori Lightfoot dejara su cargo hace un año, firmó un acuerdo vinculante con el gobierno federal para reformar las políticas de zonificación, planificación y desarrollo del suelo de la ciudad, con el fin de poner fin a la antigua práctica de ubicar industrias contaminantes en las mismas comunidades de color con bajos ingresos.

Traducido por Gisela Orozco para La Voz Chicago