La Iglesia San Adalberto de Pilsen, cada vez más cerca de convertirse en monumento protegido
La histórica Iglesia San Adalberto de Pilsen está un paso más cerca de convertirse en un monumento protegido.
La Comisión de Monumentos Históricos de Chicago votó por unanimidad el jueves para recomendar la designación de este edificio vacante de 110 años de antigüedad, poniéndolo en el camino de estar protegido de la demolición y los cambios superficiales.
La votación se realizó en el transcurso de una reunión tumultuosa en el Concejo Municipal, con varias interrupciones desde la sala. Durante el periodo de comentarios del público, algunos oradores describieron cómo el asunto ha enfrentado a las comunidades latina y polaca.
El Comité de Zonificación del Concejo debe votar ahora la aprobación de la recomendación, a la que seguirá la votación final del pleno del Concejo.
El estatus de monumento histórico restringiría lo que los propietarios pudieran hacer para cambiar la fachada de estilo renacentista de la iglesia, pero no les prohibiría ciertas renovaciones interiores.
La Arquidiócesis de Chicago cerró la iglesia en 2019 y se ha resistido al estatus de monumento histórico. La arquidiócesis dice que las restricciones serían una carga financiera y complicarían los esfuerzos para encontrar un comprador para la propiedad, ubicada en el 1650 W. 17th St. Al menos un constructor está tratando de construir viviendas asequibles en el sitio, informó el South Side Weekly, pero la iglesia no ha llegado a un acuerdo.
Antes de la votación del jueves en el Concejo, los partidarios de la designación de monumento a veces gritaban a los oradores contrarios.
El concejal Byron Sigcho López (25º) elogió la designación como monumento de un edificio que, según él, es el “espíritu de la comunidad”.
Jim Geoly, abogado que representa a la Arquidiócesis de Chicago, dijo que estaba decepcionado con la votación, sobre todo porque la comisión recomendó el estatus de monumento para todo el recinto de cinco edificios, no sólo el edificio de la iglesia.
“Nos opondremos enérgicamente en el Concejo Municipal”, dijo Geoly. “Esperamos que haya una oportunidad de discutir un resultado con estas partes interesadas, porque ese es el resultado que queremos”.
Pero algunos feligreses de la Iglesia San Pablo, que se integró a la congregación de San Adalberto, se opusieron a la declaración de monumento histórico por la carga económica que supondría para su parroquia. Los feligreses dijeron que siguen cubriendo los gastos de mantenimiento de San Adalberto. Algunos dijeron que habían sido insultados por los partidarios de que se convierta en monumento que protestaban frente a la Iglesia San Pablo, ubicada en el 2127 W. 22nd Place.
Algunos oradores describieron cómo la cuestión ha enfrentado a dos grupos: los feligreses latinos de San Pablo que se oponen al estatus de monumento histórico, y los inmigrantes polacos que una vez asistieron a San Adalberto, pero se han mudado a otro lugar. Los miembros de San Adalberto han cambiado radicalmente desde que se construyó la iglesia en 1914. La comunidad, que antes era polaca, es ahora predominantemente latina.
Los abogados de la arquidiócesis argumentaron que el edificio de la iglesia no cumplía los criterios de la comisión para ser declarado monumento histórico. También alegaron que el estatus es una amenaza para la supervivencia de la parroquia que queda en San Juan, que integró las parroquias de San Adalberto y Santa Ana años antes en medio de la disminución de la asistencia y las dificultades financieras.
Según las actas de la reunión, 113 personas expresaron su apoyo y 13 su oposición. Sin embargo, los abogados de la arquidiócesis afirmaron que la mayoría de los partidarios viven fuera del barrio de Pilsen, e incluso señalaron sus domicilios en un póster que presentaron a la comisión.
Muchos de los partidarios de la declaración de monumento histórico afirmaron el jueves que sus familias polacas tenían raíces en Pilsen y que la iglesia tenía un lugar especial para ellos. Algunos hablaron durante el periodo de comentarios públicos a través de un traductor.
La comisión votó el año pasado a favor de conceder el estatus de monumento histórico preliminar después de que los defensores de la conservación de la iglesia acusaran a la arquidiócesis de retirar sus vitrales. Esos mismos defensores han realizado una campaña prolongada para conservar la iglesia, llegando a enfrentarse a arrestos para evitar la retirada de una querida estatua: una réplica en mármol de la Piedad de Miguel Ángel, que representa el cuerpo de Jesús en el regazo de su madre, María, tras la crucifixión.
El jueves, la comisión también votó a favor de declarar monumento histórico el Ramova Theater, situado en el 3508-3518 al sur de Halsted St., que volvió a abrir sus puertas en diciembre tras casi cuatro décadas de inactividad.
Traducido por Gisela Orozco para La Voz Chicago