Apagón tecnológico mundial provocó el caos informático en los aeropuertos, hospitales, y otros servicios
El apagón mundial de los sistemas informáticos relacionado con Microsoft Windows causó un caos en una amplia gama de la vida estadounidense el viernes, manteniendo los aviones en tierra, interrumpiendo la asistencia médica, las cortes, los bancos y los teatros, e incluso impidiendo que algunos clientes de Starbucks pidieran sus cafés mocas y bebidas frías.
El fallo global puso en evidencia la vulnerabilidad de una dependencia tan amplia de un software proporcionado por sólo unas cuantas empresas.
“Se trata de una muestra muy, muy incómoda de la fragilidad de la infraestructura central de internet en el mundo”, afirmó Ciaran Martin, profesor de la Escuela de Gobierno Blavatnik de la Universidad de Oxford y ex director del Centro Nacional de Ciberseguridad británico.
Ese malestar llegó de inmediato a los aeropuertos de Chicago.
Los pasajeros que llegaban al Aeropuerto Internacional O'Hare el viernes por la mañana eran recibidos con “la pantalla azul de la muerte”, un desafortunado recordatorio de que no iban a ir a ninguna parte.
Kay y Larry Light llegaron a O'Hare a eso de las 5:30 a.m. cuando un amigo de Irlanda les alertó sobre los apagones.
No tardaron en vivirlo de primera mano, al ver un aeropuerto “abarrotado” cuando llegaron y sus teléfonos “explotando” de notificaciones.
Ambos se dirigían a ver a su hija que recientemente se había comprometido en Massachusetts —además de un viaje de fin de semana por la costa de Boston— y ya habían reservado varios hoteles y un automóvil de alquiler.
A las 8 a.m. se apresuraban a reservar asientos en vuelos de espera, aunque les preocupaba facturar las maletas y perder el vuelo tanto como reprogramar las estancias en los hoteles.
“Es una especie de dilema, ¿te vas a casa por la garantía o te quedas en espera?”, dijo Larry.
Cientos de vuelos en tierra
El viernes por la tarde, el Departamento de Aviación de Chicago informaba de que se habían cancelado 245 vuelos en las últimas 24 horas en O'Hare.
Otros 12 habían sido cancelados en Midway, según el cuadro de mandos de retrasos en tiempo real de la ciudad.
United Airlines, con sede en Chicago, publicó en su página de internet que los clientes podían “esperar que las interrupciones en los horarios continuaran a lo largo del viernes”, aunque estaba reanudando algunos vuelos. Enumeró 13 aeropuertos afectados por la interrupción, incluido O'Hare. La aerolínea dijo que eliminaría los cargos por cambio y las diferencias de tarifa para los clientes que decidieran reprogramar su viaje.
American Airlines dijo en un comunicado que también fue una de las muchas aerolíneas afectadas por “un problema tecnológico generalizado con un proveedor”. American pudo restablecer sus operaciones a las 4 a.m., pero advirtió que los impactos en los horarios de los vuelos podrían incluir retrasos y cancelaciones.
Mientras tanto, Jet Blue y Southwest dijeron que no habían experimentado retrasos en todo el sistema por el apagón tecnológico global.
El culpable es la actualización de CrowdStrike
El caos del viernes comenzó con una actualización defectuosa que fue impulsada desde CrowdStrike, firma de seguridad en línea cuyo software se utiliza en todo el mundo a través de múltiples industrias. En una publicación del viernes en la plataforma de medios sociales X, George Kurtz, presidente y director ejecutivo, citó un “defecto encontrado en una única actualización de contenido para servidores Windows”, señalando que los servidores Mac y Linux no se vieron afectados.
Pero, debido a que numerosas empresas confían en CrowdStrike para sus necesidades de seguridad con Windows como sistema operativo, las consecuencias de este tipo de problema técnico son de gran alcance.
La aplicación Downdectector, que realiza un seguimiento de las interrupciones de los servicios de internet notificadas por los usuarios, registró que aerolíneas, plataformas de pago y sitios web de compras en línea de todo el mundo se vieron afectados, aunque la interrupción pareció poco sistemática y, al parecer, estaba relacionada con el hecho de que las empresas utilizaran servicios basados en la nube de Microsoft.
En el Aeropuerto Midway, se vio a empleados de la aerolínea Volaris anotando información en lugar de utilizar computadoras.
Un pasajero dijo que Volaris se limitaba a anotar la información de los pasajeros y que les habían dicho que les llamarían cuando los vuelos estuvieran listos. A primera hora de la tarde, varios clientes de Volaris fueron informados por los encargados de las puertas de embarque de que si no habían impreso los pases de abordar o descargado uno en su teléfono antes de que el sistema se cayera, que no podrían volar y que tendrían que ser ubicados en un vuelo posterior.
Los trenes de cercanías y los bancos se resienten
Metra informó de retrasos de hasta 45 minutos el viernes por la mañana en sus líneas de Union Pacific debido al apagón tecnológico global.
El portavoz de Metra, Michael Gillis, dijo que el apagón técnico afectó a las líneas Union Pacific, gestionadas y despachadas por la UP. La línea UP-NW fue la más afectada, con tres trenes cancelados y varios retrasados, dijo. También se produjeron retrasos de hasta 25 minutos en la línea UP-West, y retrasos menores en el servicio North Central, donde los trenes se vieron detenidos por los cruces con una línea UP.
En el interior de la estación de Ogilvie, las vallas publicitarias mostraban una pantalla azul de error de Microsoft. Clear Channel Outdoor, que gestiona las vallas publicitarias, no respondió inmediatamente a una solicitud de comentarios.
Aunque las aerolíneas parecían haber recibido el mayor golpe el viernes, una amplia variedad de servicios, desde la atención médica hasta los sistemas bancarios y de tarjetas de crédito, se vieron afectados.
TD Bank estuvo entre los que informaron de que los clientes no podían acceder a las cuentas y American Express dijo que estaba teniendo problemas para procesar las transacciones.
En el área de Chicago, pareció que la mayoría de la gente tuvo acceso al dinero y a la información de sus cuentas durante el día. BMO Harris y Fifth Third se encontraban entre los bancos que dijeron que las dificultades afectaban sobre todo al acceso informático de los empleados y a los proveedores externos, pero los servicios de atención al cliente y las operaciones de las sucursales continuaron.
En UChicago Medicine, el apagón provocó desconexiones durante la noche en cientos de sistemas informáticos y servidores, la mayoría de los que utilizaban Windows, según un mensaje enviado al personal.
A las 10 a.m., la “gran mayoría de los sistemas” de la red de atención médica habían sido restablecidos.
Las visitas al DMV eran todavía peor
El apagón interrumpió las operaciones del gobierno estatal, incluidos varios sistemas en línea que sirven al público.
Las audiencias iniciales en la Corte Penal de Leighton se retrasaron, y no se esperaba que algunos acusados que debían ser transferidos desde el Departamento Correccional de Illinois se presentaran, dijo la jueza del Condado de Cook, Deidre Dyer.
Algunas personas que acudieron a las instalaciones estatales para la renovación de sus permisos de conducir u otros servicios fueron rechazadas.
El secretario de Estado de Illinois, Alexi Giannoulias, dijo en la plataforma de medios sociales X que las 138 oficinas del Departamento de Vehículos Motorizados (DMV, por sus siglas en inglés) de todo el estado se habían visto afectadas por la caída del software, y que algunas no habían podido abrir. Pero a partir del viernes por la tarde, un portavoz dijo que los sitios del área de Chicago estaban funcionando completamente.
Giannoulias dijo que las oficinas del sur del estado estaban “sirviendo a los clientes en alguna capacidad”. Anteriormente, había aconsejado a la gente que llamara a su oficina al 800-252-8980 antes de visitar cualquier local para confirmar que estaba abierto y qué servicios estaban disponibles.
Un desastre en el café, un drama teatral
Incluso la gente que buscaba una taza de café o entradas para el teatro experimentó los efectos del apagón.
Starbucks dijo que sus funciones móviles de pedido anticipado y pago estaban temporalmente fuera de servicio.
“Seguimos recibiendo y atendiendo a los clientes en la gran mayoría de nuestras tiendas y autoservicios y estamos haciendo todo lo posible para que todos los sistemas estén en línea lo antes posible”, dijo Jaci Anderson, directora de comunicaciones corporativas de Starbucks.
Una portavoz de Macy’s dijo que el minorista está experimentando problemas en algunos programas informáticos de los proveedores. “Todas las tiendas de Macy’s, Bloomingdale’s y Bluemercury, las plataformas digitales y los centros de distribución siguen operativos para las necesidades de compra de nuestros clientes”, dijo.
Un aviso en la página web del Goodman Theatre informaba a los clientes de que su sistema de venta de entradas no podría procesar los pedidos electrónicamente, pero que la taquilla (que abrió el viernes al mediodía) atendería las solicitudes por teléfono y se pondría en contacto con los clientes una vez restablecido el servicio.
El Steppenwolf Theatre publicó un mensaje similar en su página web, diciendo a los clientes: “Estamos trabajando con nuestros socios tecnológicos para restablecer los servicios lo antes posible”.
Los expertos subrayan que las interrupciones del viernes destacan la vulnerabilidad de la dependencia mundial de un software que sólo procede de un puñado de proveedores.
Y los que se han visto atrapados en el lío masivo están de acuerdo.
“La pregunta es, ¿por qué no somos tolerantes a los fallos ante un único problema?”, se preguntaba Larry Light, un pasajero de O'Hare que se vio afectado. “Ves los efectos dominó, tienes que cuestionar cómo se evaluó y probó”.
Contribuyeron: Pat Nabong, Zubaer Khan, Miriam DiNunzio, Subrina Hudson, AP
Traducido por Gisela Orozco para La Voz Chicago