Hallan el cadáver de un juez y jeque chií secuestrado en 2016 en Arabia Saudí - El Nuevo Diario
Las autoridades saudíes anunciaron hoy que han hallado el cadáver de un jeque musulmán chií y juez secuestrado el año pasado enfrente de su vivienda en la provincia de Al Qatif y que han detenido a uno de los supuestos implicados en el secuestro, informó la agencia oficial de noticias, SPA.
El portavoz del Ministerio de Interior saudí, Mansur al Turki, informó en una rueda de prensa de que el jeque Mohamed al Yirani fue torturado, antes de ser asesinado, según declaraciones recogidas por SPA.
Al Turki mostró fotografías de la granja donde Al Yirani fue asesinado, así como de los supuestos implicados en el crimen, que fueron identificados como Mohamed Husein Ali Aal Amar, Maizam Ali Mohamed al Qadihi y Ali Belal Saúd al Hamad.
SPA no especificó cuál de ellos fue detenido, pero aseguró que su arresto ayudará a conocer más datos, "sea en este caso o en los esfuerzos de las fuerzas de seguridad para llegar a los otros buscados" por la justicia.
Al Turki indicó que habrá una recompensa de entre uno y siete millones de riales saudíes (entre 266.000 y 1.866.666 dólares) para cualquier persona que facilite información que ayude a capturar a los fugitivos.
Asimismo, explicó que la tardanza a la hora de encontrar el cadáver del jeque, que trabajaba como juez del Departamento de Bienes Religiosos, se debió a los "trámites de seguridad e investigaciones para identificar a los implicados en este crimen".
Por su parte, el director de investigaciones del Ministerio de Interior, Basam Atiya, señaló en la rueda de prensa que "las operaciones de la célula terrorista (que secuestró al religioso) incluyen ataques contra los efectivos de seguridad y la fabricación de bombas".
Mientras, el canal de televisión saudí Al Arabiya señaló que el juez Al Yirani era una de las personas más destacadas de la comunidad de Al Qatif, porque "tenía posturas decisivas ante las actitudes de algunos en contra del Estado" en esa región conflictiva.
Al Qatif, ubicada en el este de Arabia Saudí y de mayoría chií, ha sido escenario en los pasados años de protestas antigubernamentales y de enfrentamientos entre la población local y las fuerzas de seguridad.