La CEOE pide que los becarios no cobren de forma obligatoria
La Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) ha remitido un documento a las secretarías de Estado de Educación y de Empleo en el que analiza la importancia que tiene el aprendizaje en la mejora de la empleabilidad y la competitividad de los trabajadores. Se trata de un documento de trabajo que aún no se ha puesto sobre la mesa en ninguna negociación, y que por lo tanto no es una propuesta formal, según señalaron a este diario desde la CEOE.
El objetivo de los empresarios es «sumarnos al debate que existe sobre diferentes aspectos en la relación entre formación y empleo, como es la formación profesional dual y los posibles obstáculos en su puesta en marcha derivados de la diferente regulación en el territorio nacional, el contrato para la formación y el aprendizaje y las razones por las que no se están obteniendo los resultados deseados».
La CEOE incide en la relevancia de las prácticas en empresas pero considera que falta conocimiento de las distintas modalidades disponibles y que es necesario dotar de seguridad jurídica su uso. Señala que tanto en la beca como en el contrato de trabajo se da una actividad que es objeto de una percepción económica, lo que provoca que la zona fronteriza entre ambas instituciones a veces resulta «difusa».
La idea de las organizaciones pasa por simplificar el sistema de prácticas en empresas y delimitar que las labores encomendadas al becario deben estar en consonancia con la finalidad de la beca. Propone «clarificar que las prácticas académicas externas tienen una naturaleza formativa no prestacional y, por tanto, no deben convertirse en una modalidad contractual, ya que se trata de prácticas dirigidas a la adquisición de competencias profesionales en las empresas, facilitando el estudio y formación del becario».
Apunta además a la necesidad de evitar cualquier tipo de exceso de reglamentación que desincentive el acceso de las empresas a este sistema. En este sentido, afirma que «no deben regularse normativamente percepciones económicas para los estudiantes en prácticas que puedan limitar la capacidad de la empresa de acoger estudiantes en prácticas». Es decir, no obligar por ley a las empresas a pagar a los becarios.
Por otra parte, la CEOE pide extender el contrato para la formación y el aprendizaje, que ahora se usa sólo con los jóvenes. «Debe poder ser utilizado también para aquellos trabajadores, cualquiera que sea su edad, que hubieran sido despedidos en sectores en declive, con el fin de que puedan orientar sus conocimientos hacia una nueva profesión. En esa línea, este tipo de contratos podría estar dirigido a mayores de 45 años, demandantes de empleo, y que hayan agotado la prestación por desempleo (parados de larga duración)», según adelantó «Expansión». Señala que «el criterio de edad es excluyente, debiendo primar la carencia de capacidades formativas para el desempeño del puesto de trabajo». Además, apuesta por eliminar las restricciones del contrato de formación en trabajos a turnos o con nocturnidad y horas extra.