Gregorio Marañón, doctor honoris causa por la Universidad de Castilla-La Mancha
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La incorporación de Gregorio Marañón Bertrán de Lis al claustro de doctores fue aprobada por el Consejo de Gobierno de la UCLM el 20 de abril de 2017, y fundamentada «en su compromiso con el legado intelectual, artístico y cultural español», en su labor dinamizadora de la cultura y como impulsor de diferentes plataformas culturales desde la sociedad civil.
Este reconocimiento a la decisiva labor de Gregorio Marañón en el ámbito de las artes y la cultura en España se suma a otras destacadas distinciones con las que cuenta el presidente del Teatro Real, como la Gran Cruz de Alfonso X el Sabio (2002), la Medalla de Oro de las Bellas Artes (2015), la Medalla de Oro de la Junta de Comunidades de Castilla-La-Mancha (2016) y las insignias de comendador de la Orden de la Stella de la República Italiana (2015) y comendador de la Legión de Honor francesa (2016).
En su discurso de aceptación, Marañón ha reclamado a las administraciones públicas «un gran acuerdo» del que debería surgir «un Plan de Ordenación para la Vega Baja que la salve de su situación actual», así como un nuevo Plan de Ordenación Municipal (POM) en el que se plasme este acuerdo. Igualmente ha reclamado la ordenación y publicación de toda la información de las diferentes campañas arqueológicas practicadas en la zona, la reunificación y redefinición en un solo perímetro los cuatro bienes de interés cultural (BIC) ya declarados (Fábrica de Armas, Cristo de la Vega, Circo Romano y la parte del yacimiento), la eliminación definitiva de la planificación que contempla la construcción de 1.300 viviendas, la supresión del vial Carlos III y la corrección de la «desafortunada imagen» de los aparcamientos disuasorios, entre otras medidas relacionadas con la Vega Baja.
Apadrinado por los profesores Patxi Andion y Rebeca Rubio, el jurista destacó también el «gran prestigio» alcanzado en poco tiempo por la Escuela de Arquitectura de Toledo, cuyo director, Juan Mera, pronunció la laudatio. Tras realizar una semblanza de Marañón, a quien presentó como «figura clave en la cultura española, pero de forma muy intensa en Toledo y por extensión en Castilla-La Mancha», destacó «su compromiso, su talante y su determinación» con el legado intelectual artístico y cultural del país. También destacó su vinculación con la capital regional, señalando la fidelidad como su «virtud más destacada» y subrayó, en nombre de la Escuela, su defensa de la Arquitectura al promover la declaración como Bien de Interés Cultural del Cigarral de Menores tras la adquisición a su familia.