Así es la «Generalitat de cartón piedra en el exilio» que diseña el soberanismo
Preservar la "legitimidad" del "presidente Carles Puigdemont", pero sin incurrir tampoco en ninguna ilegalidad. Junts per Cataluña, ERC y la CUP han llegado a un preacuerdo para organizar lo que han bautizado como "Espacio libre de Bruselas", una suerte de estructura al margen del Parlamento catalán que quiere presentarse como una Generalitat legítima en el exilio.
Aún sin concretar qué atribuciones reales tendrá el "presidente exiliado" -algo que los partidos, al menos parte del PDECat y ERC asumen que no puede incurrir en ilegalidades-, la estructura se prefigura como una suerte de presidencia de "cartón piedra" para salvar la cara de Puigdemont.
El llamado "Espacio libre de Bruselas" contaría con tres patas. Una Asamblea de Representantes de la República integrada por diputados, cargos municipales y miembros de la sociedad civil. Su tarea principal, como si se tratase de un parlamento paralelo, sería hacer seguimiento y escoger el segundo elemento del entramado, el Consejo de la República, integrado por tres miembros de JpC, tres de ERC y uno de la CUP. Su misión principal sería impulsar el debate constituyente, asesorar al presidente e impulsar acciones para avanzar hacia la República. Carles Puigdemont asumiría la presidencia de dicho Consejo, tercera pata de la estructura.
El diseño del "gobierno en el exilio", avanzado por el diario Ara, se ha conocido después de que la dirección de la CUP mandase un documento a sus bases, antes de que el próximo sábado el Consejo Político de la formación anticapitalista se pronuncie sobre el mismo.
Según el calendario que se baraja, el llamado Espacio Libre de Bruselas se constituiría formalmente el próximo lunes en la capital belga, prólogo de la sesión de investidura que se celebraría al día siguiente, o durante la próxima semana, en el Parlament, donde previsiblemente se propondrá al encarcelado de manera preventiva Jordi Sànchez.
En paralelo a la formación de la Generalitat en el exilio, prosiguen las negociaciones para trazar un programa de gobierno efectivo en Cataluña. El documento que se ha conocido apunta a conceptos como restauración democrática, internacionalización, frente común contra la represión o cohesión social, algo que para la CUP son vaguedades que esconden lo que en realidad es un ejecutivo autonomista y no republicano, como pretenden. En pleno debate interno, la CUP, de nuevo, tiene en sus manos el futuro Govern.