Torrent mantiene el Pleno de hoy como un acto de protesta
A pesar del ingreso en prisión de Jordi Turull, el presidente del Parlament, Roger Torrent, mantuvo el Pleno de investidura previsto para hoy. En una jornada marcada por la desolación en todas las fuerzas independentistas por la decisión del juez del Tribunal Supremo, Pablo Llarena, de enviar a cinco diputados a la cárcel y la fuga de la secretaria general de ERC, Marta Rovira, los movimientos fueron mínimos. Apenas hubo tiempo para valorar la investidura fallida del jueves y todo los focos, desde primera hora de la mañana, se pusieron sobre lo que debería ocurrir hoy. Turull, a través de su abogado, reclamó a Torrent que no suspendiera la sesión parlamentaria, y el presidente del Parlament atendió la petición. Sin embargo, a priori será una sesión atípica, en la que no habrá ninguna votación pero arrancará con la lectura de una declaración «en defensa de los principios democráticos y de los derechos civiles y políticos». Un acto de protesta institucional, al cual posiblemente se sumarán entidades de la sociedad civil y los «comunes», que contará con el rechazo de PP, PSC y Cs, que exigieron ayer que el Pleno se desconvocara. De esta manera, los independentistas parecen regresar a la dinámica de las «performances», instigados desde ayer, nuevamente, por la calle, que salió masivamente para protestar. Una idea, además, que barajaban ya desde JxCat, según explicaron a este diario algunos dirigentes: «Después de lo de ayer, es necesario hacer algo. Tiene que haber un punto de inflexión».
Aun así, de haber votación, Turull seguiría sin contar con una mayoría parlamentaria, ya que la CUP se mantendría en la abstención. El diputado de los anticapitalistas Vidal Aragonés insistió en cuáles son las premisas de su partido para cambiar de posicionamiento –medidas encaminadas a construir la República– y sostuvo que no van a variar a golpe de decisión del Tribunal Supremo. «Los acuerdos con JxCat y ERC avanzan muy poco. No vamos hacia una legislatura en la que se avance hacia una república», reprochó. A pesar de que ayer no se produjo ningún contacto entre los partidos independentistas para negociar un nuevo acuerdo, desde JxCat se intentó transmitir esperanza en que haya margen para acabar recosiendo las alianzas.
Aunque los independentistas también obtuvieron, como mínimo, un guiño de los «comunes». Domènech reclamó ayer edificar una nueva unidad «transversal y diversa», una idea que alberga muchas ambigüedades, aunque fuentes del partido matizaron a este diario que, en ningún caso, supondría investir a un candidato de JxCat, condición intraspasable. En cambio, esa idea sí se tradujo en un gesto en forma de apoyo a una declaración para denunciar la «vulneración» de derechos fundamentales, en referencia al encarcelamiento de los dirigentes independentistas.
Asimismo, la actividad parlamentaria tuvo un avance en relación a la reforma de la Ley de presidencia, que permitiría una investidura telemática. La Mesa del Parlament rechazó los recursos formulados por las fuerzas constitucionalistas y publicó la iniciativa en el Boletín Oficial, abriendo el periodo de enmiendas (4 días). Esta iniciativa, sin embargo, seguirá recibiendo recursos y será difícil que llegue a buen puerto.