El Gobierno Herrera da nuevos pasos en la reindustralización de Miranda de Ebro
El Gobierno que preside Juan Vicente Herrera sigue avanzando en la reindustralización de la localidad burgalesa de Miranda de Ebro, muy afectada por la crisis económica. El jefe del Ejecutivo autonómico, durante una visita al municipio, anunció la instalación «de inmediato» de dos nuevas empresas y que otras 15 han presentado solicitudes de compra en el Polígono de Ircio.
Al respecto aseguró que estas compañías han comprometido 150.000 metros cuadrados, que podrían suponer la creación de 461 puestos de trabajo.
Por ello, Juan Vicente Herrera afirmó que Miranda de Ebro «tiene futuro». En este sentido, puso como ejemplo al Grupo Aciturri y Montefibre, la colaboración de las administraciones, así como el «efecto positivo» del Programa Territorial de Fomento de Miranda. El presidente recordó que el proyecto contempla medidas para la diversificación y reindustrialización de la zona, como la simplificación y agilización administrativa, facilidades de acceso al suelo industrial y beneficios en materia de financiación, como la prioridad para acceder a la Lanzadera Financiera, que desde su creación en 2016, dijo, atendió ya 142 solicitudes, por un importe de más de 60 millones para una inversión inducida de 92 millones de euros, lo que ha conllevado mantener o crear casi 2.300 puestos de trabajo.
«Vamos a dar un cambio radical», añadió, porque confió en que «se va a ser capaz de atraer a Miranda muchas iniciativas que se irán concretando». «Estamos viendo una vitalidad y quiero decir que no va a faltar en ningún momento la presencia, el apoyo y el aliento de la Junta de Castilla y León porque creemos en el futuro de Miranda», subrayó.
Las nuevas instalaciones del Grupo Aciturri son, explicó Herrera, «un ejemplo de la innovación e internacionalización» de esta compañía del sector aeronáutico, que actualmente cuenta con ocho plantas en España y una en Portugal que dan empleo a más de 1.400 trabajadores».
Respecto a Montefibre, empresa dedicada a la fabricación de fibras acrílicas, -que cesó su actividad en 2013 con motivo de la crisis, pero que tras cuatro años de parón, en 2017 reactivó su producción- cuenta en la actualidad con unos 160 empleados, número que prevé aumentar en el futuro gracias a nuevas inversiones, informa Ical.