Fracaso estrepitoso del imperialismo contra Venezuela en la OEA
WASHINGTON, junio 6. — El canciller Jorge Arreaza ratificó que Venezuela no permanecerá en la Organización de Estados Americanos (OEA) a partir de abril del próximo año, y que pudiera hacer efectivo su retiro en cualquier momento antes de esa fecha. Lo anterior fue expresado en conferencia de prensa que siguió a la votación, en la sede de esa institución, de un texto que buscaría la separación de Caracas, aun cuando el presidente Nicolás Maduro había solicitado desde el año pasado la salida de su país.
La resolución, que se votó la víspera en la 48va. sesión de la Asamblea General y ni siquiera obtuvo los votos necesarios para que entre en vigor (la respaldaron 19 países), desconoce las elecciones del 20 de mayo en Venezuela y exhorta a los Estados miembros de la OEA a aplicar medidas punitivas económicas, financieras y políticas contra Caracas para tratar de aplicar los artículos 20 y 21 de la Carta Democrática Interamericana. En ellos se prevé la adopción de «decisiones» y la realización de «gestiones» por parte del organismo, cuando se considere que en una nación miembro ha habido ruptura del orden constitucional para, supuestamente, «restaurarlo», lo que podría implicar cualquier acto injerencista.
En Caracas, el ministro de Comunicación e Información de Venezuela, Jorge Rodríguez, calificó la actitud de la OEA de injerencista.
En tanto, Arreaza valoró en el encuentro con la prensa que «quedó demostrado que el imperialismo norteamericano ni siquiera manda en la OEA», en alusión a la insuficiente votación obtenida por Estados Unidos y su marioneta, el titular Luis Almagro, a pesar de las presiones de ambos sobre las naciones miembros.
«La Asamblea General de la OEA era una especie de excusa para tratar el tema de Venezuela», denunció el Canciller.
«No podemos seguir bajo el amparo de una organización supuestamente multilateral que defiende los derechos internacionales, y resulta que los violenta todos por órdenes imperiales», explicó.
Arreaza también reconoció la posición firme de los países caribeños «por no dejarse amedrentar por el vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence».
Cuatro países votaron en contra y 11 se abstuvieron.
Al rechazar el documento la víspera y ante la Asamblea, Arreaza había denunciado que la resolución pone en riesgo la seguridad de su país. «Esta aprobación, en teoría, le da carta blanca a Estados Unidos para seguir agrediendo a Venezuela», advirtió.