Sin haber curado aún las heridas del «caso Quinteiro», la conformación de candidaturas en los distintos concellos de cara a las próximas elecciones municipales amenaza con agudizar aún más la crisis en el seno de En Marea. En concreto, el último motivo de fricciones por parte de los socios de la confluencia ha sido la presencia de miembros de la dirección del partido instrumental en la presentación de Marea de Ferrol, una escisión de Ferrol en Común creada por parte de algunos militantes descontentos con el partido de Jorge Suárez y que cuenta entre sus socios fundadores con la edil Esther Leira, expulsada del Gobierno local de Suárez.
Ese «apoyo» por parte de representantes de la Coordinadora de En Marea al partido que competirá con Ferrol en Común por el electorado rupturista de la ciudad departamental en los próximos comicios, sumada a la ausencia de Luís Villares en el III Encontro Municipalista celebrado hace apenas una semana en esta misma urbe, desató las críticas de algunos miembros destacados del partido instrumental, como Xosé Manuel Beiras, Yolanda Díaz o, este lunes, de la secretaria general de Podemos Galicia Carmen Santos. Beiras, por su parte, censuró que «no puede haber dos candidaturas de unidad popular» en un mismo municipio, y advirtió veladamente a Villares de que apoyar este tipo de movimientos podría poner en riesgo el futuro de En Marea y su propio liderazgo.
Más crítica se mostró la diputada en el Congreso y exlíder de Esquerda Unida, Yolanda Díaz, que invitó al magistrado en excedencia a «rectificar los errores cometidos», por entender que la presencia de miembros de la Coordinadora en la presentación de Marea de Ferrol «no es coherente» con la promesa de respetar las decisiones de las mareas locales. Por último, este lunes la secretaria general de Podemos, Carmen Santos, lamentó que haya quienes buscan «dividir» en lugar de apostar por la unidad en las tres ciudades gallegas gobernadas por el rupturismo. «Siempre marcamos líneas rojas respecto de las alcaldías del cambio y vamos a trabajar para favorecerlas, no para dividir», manifestó Santos. Mientras, el alcalde de Ferrol, Jorge Suárez, evitó ahondar el la polémica, aunque puntualizó que sus esfuerzos se centran ahora en los próximos comicios, mientras que el trabajo orgánico dentro de En Marea «debe ocupar un segundo lugar».
Comunicado de En Marea
Tras el revuelo suscitado, la dirección de En Marea salió al paso de las críticas a través de un comunicado en el que negaron que la Coordinadora del partido «interfiera» o «promocione» el nacimiento de escisiones de mareas ya existentes, como Ferrol en Común. En su escrito, la dirección rupturista aclara que su papel es el de mantener «respeto absoluto» por lo que decide cada marea libremente, y apuntan que «solo» asumirían la actitud de mediadores entre corrientes en el caso de que «las partes» así se lo soliciten. En cuanto a la asistencia de miembros de la cúpula de la confluencia en la presentación de Marea de Ferrol, subrayan que «la presencia de diputados u otros responsables orgánicos se restringe al requerimiento que los propios espacios hagan, en el uso de su soberanía política».
Sin haber curado aún las heridas del «caso Quinteiro», la conformación de candidaturas en los distintos concellos de cara a las próximas elecciones municipales amenaza con agudizar aún más la crisis en el seno de En Marea. En concreto, el último motivo de fricciones por parte de los socios de la confluencia ha sido la presencia de miembros de la dirección del partido instrumental en la presentación de Marea de Ferrol, una escisión de Ferrol en Común creada por parte de algunos militantes descontentos con el partido de Jorge Suárez y que cuenta entre sus socios fundadores con la edil Esther Leira, expulsada del Gobierno local de Suárez.
Ese «apoyo» por parte de representantes de la Coordinadora de En Marea al partido que competirá con Ferrol en Común por el electorado rupturista de la ciudad departamental en los próximos comicios, sumada a la ausencia de Luís Villares en el III Encontro Municipalista celebrado hace apenas una semana en esta misma urbe, desató las críticas de algunos miembros destacados del partido instrumental, como Xosé Manuel Beiras, Yolanda Díaz o, este lunes, de la secretaria general de Podemos Galicia Carmen Santos. Beiras, por su parte, censuró que «no puede haber dos candidaturas de unidad popular» en un mismo municipio, y advirtió veladamente a Villares de que apoyar este tipo de movimientos podría poner en riesgo el futuro de En Marea y su propio liderazgo.
Más crítica se mostró la diputada en el Congreso y exlíder de Esquerda Unida, Yolanda Díaz, que invitó al magistrado en excedencia a «rectificar los errores cometidos», por entender que la presencia de miembros de la Coordinadora en la presentación de Marea de Ferrol «no es coherente» con la promesa de respetar las decisiones de las mareas locales. Por último, este lunes la secretaria general de Podemos, Carmen Santos, lamentó que haya quienes buscan «dividir» en lugar de apostar por la unidad en las tres ciudades gallegas gobernadas por el rupturismo. «Siempre marcamos líneas rojas respecto de las alcaldías del cambio y vamos a trabajar para favorecerlas, no para dividir», manifestó Santos. Mientras, el alcalde de Ferrol, Jorge Suárez, evitó ahondar el la polémica, aunque puntualizó que sus esfuerzos se centran ahora en los próximos comicios, mientras que el trabajo orgánico dentro de En Marea «debe ocupar un segundo lugar».
Comunicado de En Marea
Tras el revuelo suscitado, la dirección de En Marea salió al paso de las críticas a través de un comunicado en el que negaron que la Coordinadora del partido «interfiera» o «promocione» el nacimiento de escisiones de mareas ya existentes, como Ferrol en Común. En su escrito, la dirección rupturista aclara que su papel es el de mantener «respeto absoluto» por lo que decide cada marea libremente, y apuntan que «solo» asumirían la actitud de mediadores entre corrientes en el caso de que «las partes» así se lo soliciten. En cuanto a la asistencia de miembros de la cúpula de la confluencia en la presentación de Marea de Ferrol, subrayan que «la presencia de diputados u otros responsables orgánicos se restringe al requerimiento que los propios espacios hagan, en el uso de su soberanía política».