El Campeón le ganó al burgués
Que Santos Laguna le gane a Tigres siempre es un aliciente excepcional para el aficionado albiverde. El partido cumplió con todos los ingredientes para presumir de aquí al miércoles: buen fútbol, drama, penales fallados y goles bien confeccionados.
El partido fue de dominio alterno en el que Tigres tuvo las mejores opciones de anotar pero la definición fue la adecuada.
André-Pierre Gignac encabezó la lista de fallas con el penal que erró inciando el juego. Entre golpe al pasto y machucón al momento de pegarle al balón, el adorado francés de falsos seguidores paganos mandó la pelota por un lado de la portería.
A partir de ese momento, Santos se dispuso a dejar de regalar la pelota en el medio campo para conectar a Lozano, Furch y Rodríguez.
Antes del primer gol albiverde, Santos tuvo una opción clara de anotar en una jugada que culminó Brian Lozano con un disparo dentro del área que atajó Nahuel Guzmán.
El primer gol es un balón largo de Matheus Dória que bajó pegado a la banda izquierda Lozano para mandar un centro milimétrico que remato con la cabeza Julio Furch.
El segundo gol tiene todo el sello de Santos Laguna; despejó Jonathan Orozco, peinó la pelota Furch y Jonathan Rodríguez se quita en un movimiento a Hugo Ayala para encarar a Nahuel y sacar remate raso y colocado a poste derecho.
El tercer gol es el talento del uruguayo Rodríguez para pegarle a la pelota por un lado de la barrera y ponerla pegada al poste.
La seria llamada de atención para Santos Laguna son los tres penales que le marcaron en el juego. Dos de los tres penales surgieron en balones que estaban controlados en el mediocampo.
Nervo, Araujo y Dória hicieron contacto con cada uno de los jugadores de Tigres dentro de área. En el partido de ayer se tuvo suerte y capacidad para detener dos tiros desde los once pasos pero eso no sucederá seguido.
El equipo albiverde tiene encarrilado su pase a la liguilla; estar en segundo lugar de la clasificación lo encamina a estar en la fiesta grande.
Salvo una verdadera catástrofe, lo veremos jugando cuartos de final en el próximo mes de noviembre. El asunto del bicampeonato es punto y aparte.
La escuadra lagunera mejoró en su juego de conjunto. Es cierto, le faltan detalles por afinar pero el proceso va bien y ganando será más facil. Ya le ganó en semanas consecutivas a Chivas y Tigres, no es poca cosa. El golpe del cambio de entrenador ha sido absorbido.
Sirva este momento para mostrar que el fútbol es un juego de conjunto, no de nombres ni de individualidades.