Por tierra, mar y aire

El transporte es un elemento fundamental para la estructuración del territorio y de la economía de un país. Se trata, además, de un pilar fundamental en la ordenación territorial, ya que desahoga los lugares en los que existe una mayor concentración de personas y potencia aquellos en los que los espacios están menos desarrollados para hacerlos más atractivos al turismo. Para desplazarse, existen dos alternativas: el transporte privado o el público. Concretamente, en España, en 2017, utilizaron nuestros servicios públicos de traslado de pasajeros en torno a 4.631 millones de personas.

Todo un récord que supuso un aumento de las cifras de un 1% con respecto a los datos registrados el año anterior. Los vuelos –de carácter interno– fueron la forma de desplazamiento más utilizada por los españoles, ya que los aviones transportaron a más de 30 millones de pasajeros. En este ranking, a las aeronaves les sigue un medio terrestre: el exitoso AVE, en el que viajaron 21,10 millones de personas. El autobús –de larga distancia– con 16,46 millones; el tren (también en trayectos largos), con 11,79 millones y el barco, con 10,68 millones, completan esta clasificación. No obstante, y pese a que los españoles utilizan más el transporte público que el privado, es sorprendente el aumento del uso de algunos medios como la bicicleta o el coche. Con respecto al automóvil, el número de matriculaciones de turismos alcanzó 1.234.931 unidades en 2017 (un 7,7% más que el año anterior). Además, la moda del coche compartido crece por momentos y algunas plataformas como Blablacar.es o Amovens.es han experimentado en unos años un aumento considerable del número de viajes ofertados.

Por parte de la bici, es significativo el crecimiento en las ventas de este vehículo en suelo español que entre los años 2013 –en el que 1.034.374 de ciudadanos compraron una bicicleta– y 2017 –se vendieron 1.116.332 de modelos– no cesaron de progresar. Los últimos datos reflejan que los españoles se mueven por tierra, mar y aire, aunque éstos tienen cada vez más presente que el uso del transporte público supone un ahorro notable en su bolsillo y que, además, contribuye al cuidado del medio ambiente.