Oumuamua, difícil de pronunciar, difícil de creer
Estoy cierto que entre los más de 350,000 millones de estrellas de nuestra galaxia deben existir millones de planetas habitados y habitables con civilizaciones de capacidades superiores o inferiores a la nuestra, pero el problema de las distancias y las maneras de trasladarse hace casi imposible el contacto con otras entidades.
Oumuamua, de idioma hawaiano, que significa venido de afuera, es el nombre que se le asignó a este singular objeto que fue descubierto el 17 de octubre del año pasado, un nombre ad hoc, pues además por los cálculos de su trayectoria y velocidad indican que este objeto viene de otro sistema solar.
De inicio se pensó que se trataba de un cometa, aunque luego coincidió más con las características de un asteroide, aunque de un asteroide extremadamente raro. Por un lado, viaja a una velocidad superior a los 64,000 kilómetros por hora, casi tres veces la velocidad de un asteroide normal, pero también su ruta dentro del sistema solar despertó muchas preguntas, su paso cercano a la Tierra fue a una distancia de 15% de una unidad astronómica, que esta es la distancia entre la Tierra y el Sol de unos 150’000,000 de kilómetros, y a una distancia, también prudencial del 25% a la de una unidad astronómica del Sol, más cerca sentiría los efectos mortales de nuestra estrella. Aunque todo esto, también se puede deber a la casualidad, evidencia una trayectoria muy prudente en ambos casos. Luego de dar vuelta por el Sol, la nave se aceleró vertiginosamente desviándose de una trayectoria perfectamente calculada por varios científicos.
Todo ello ha llevado, con cálculos muy estudiados, a determinar a algunos científicos que se trata de una nave de otra civilización muy lejana a la nuestra. Particularmente, los científicos de la Universidad de Harvard, Shmuel Bialy y Abraham Loeb sostienen que es una nave con una vela propulsora ligera y que podría tratarse de una pieza activa de tecnología alienígena que vino a explorar nuestro sistema solar.
Todo ello apoyado en datos y cálculos muy precisos, incluso esto ha motivado a SETI a dirigir la gran antena de Arecibo en Puerto Rico hacia el asteroide que buscar cualquier tipo de escucha de comunicaciones de dicha nave.
El comprobar que otros mundos están haciendo esfuerzos de comunicación sería el mayor descubrimiento en la investigación del universo, aunque para ello creo que aún estamos muy lejos, por lo que es, por ahora, muy difícil de creer.
La imagen del asteroide ha sido recreada por computadora, con base en la información que se tiene de él por datos provenientes de telescopios y sondas que dirigieron hacia él en el paso por nuestro sistema solar, realizada por el Istituto Nazionale di Astrofisica.
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