El PSOE visibiliza en el Congreso su «no» a un nuevo 155 en Cataluña
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La remisión del citado documento no fuerza a aplicar después este precepto constitucional, ya que el presidente autonómico advertido puede reconducir la situación y abandonar la desobediencia. Pero sí es un paso preceptivo para su puesta en marcha. Los socialistas insisten en que jurídicamente aún no se sostiene el uso de ese precepto constitucional; un argumento secundado en el Pleno de la Cámara Baja por la totalidad de sus socios en la moción de censura.
El Gobierno ya remitió sendas cartas a la Generalitat reprochándole su «dejación de funciones» al no dar órdenes a los Mossos para que actuaran contra el corte de carreteras y demás actuaciones de los Comités de Defensa de la República (CDR), pero sigue sin dar el paso que inicie la tramitación del 155. El pasado 1 de octubre, estos comandos atacaron a policías y guardias civiles destinados en Cataluña, ocuparon infraestructuras y asaltaron tanto la delegación del Gobierno en Gerona como el Parlament. Torra animó entonces a estos comandos a «apretar» al Ejecutivo.
El «no» socialista al 155 se sitúa, además, a las puertas del Consejo de Ministros que tendrá lugar este mismo viernes en Barcelona, contra el que se están movilizando no solo los CDR sino también el resto de entidades soberanistas. El expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont considera la celebración de ese cónclave «una provocación» y ha llamado en varias ocasiones a dar una respuesta.
El artículo 155 establece que «si una comunidad autónoma no cumpliere las obligaciones que la Constitución u otras leyes le impongan, o actuare de forma que atente gravemente al interés general de España, el Gobierno, previo requerimiento al presidente de la comunidad autónoma y, en el caso de no ser atendido, con la aprobación por mayoría absoluta del Senado, podrá adoptar las medidas necesarias para obligar a aquella al cumplimiento forzoso de dichas obligaciones o para la protección del mencionado interés general».
«Cuando les conviene»
El líder de Ciudadanos, Albert Rivera, defendió en la tarde de este martes la aplicación del artículo y solo recibió el apoyo del PP. Ambos grupos entienden que sí se dan las condiciones para intervenir la comunidad catalana. Entre ellas, recordaron los insultos de Torra al conjunto de los españoles, el cierre del Parlament «cuando les conviene», el acoso a jueces y fiscales, «la ocupación antidemocrática» de los espacios públicos, el corte de carreteras por parte de los CDR, la pasividad de los Mossos o el intento de la Generalitat de hacerse con «armamento militar».
El diputado del PP Jordi Roca añadió un argumento más a la lista y se refirió a los «selfies» que se hacen los seguidores del independentismo «con terroristas». «Han conseguido que algunos de sus seguidores se hagan fotos con los terroristas. Son un argumento suficiente para pedir la destitución del Govern», sentenció en alusión a las visitas de Arnaldo Otegui a Cataluña.
Desde el PSOE, el parlamentario José Zaragoza rechazó las posturas de PP y Cs y censuró al presidente del partido naranja por plantear una proposición que, según él, únicamente busca un beneficio electoral y no el interés del conjunto de los españoles. «Son ustedes unos pirómanos», le espetó.
Rivera, por su parte, avisó al Ejecutivo de que será «cómplice» si hay altercados este viernes durante el Consejo de Ministros y acusó a Pedro Sánchez de estar más preocupado por «el sillón» que por hacer cumplir la Constitución. La iniciativa se rechazó con 163 apoyos, 174 «noes» y la abstención de Ana Oramas, de Coalición Canaria.