Lo que hizo

En su año de gestión como alcalde de Torreón, Jorge Zermeño Infante empezó a tambor batiente, pensando en que todo sería fácil, que se la llevaría tranquilo y que podría cumplir rápidamente las promesas que realizó en campaña. 

Pero la realidad fue muy diferente, los problemas del municipio fueron muchos y el presidente municipal tuvo que empezar a trabajar en la falta de agua y la pavimentación. 

 
Vino la temporada de lluvias y las mismas agravaron la situación, ya que no solamente dañaron el pavimento, colapsaron colectores, sino que colonias completas se inundaron, por lo que hubo un momento en que los reclamos hacia su administración arreciaron. 

Jorge Zermeño no perdió la compostura, siguió adelante, logró salir avante ante esas inundaciones y darles a los afectados soluciones, a medias, pero al final soluciones. 

 
El alcalde sabía que debía trabajar fuerte en los sectores habitacionales afectados por las lluvias, pero también sabía que había otros compromisos que cumplir, como la reparación de colectores, dar un mejor servicio en el Simas y seguir con su proyecto de darle a los torreonenses mejores espacios públicos. 

Así se la llevó y le metió muchos millones de pesos a la Alameda, lo mismo que a diferentes parques, sin olvidarse de entregar espacios deportivos para niños, jóvenes y adultos. 

Claro que no todo fue miel sobre hojuelas, ya que tuvo dos que tres resbalones, como el de querer abrir los accesos en Torreón Jardín, todo supuestamente para complacer a un amigo y vecino del lugar. Fue duramente criticado, todos se le echaron encima y al final, dejó que el tiempo borrara ese resbalón, ya que se olvidó de quitar las jardineras y al final todos contentos. 

Otro caída que tuvo fue la de la pavimentación, ya que su gente encargada de los trabajos, dijo que no habían podido avanzar debido a las lluvias, como si las mismas hubieran sido extraordinarias. Ya se pasó un año, hay avances, pero todavía falta mucho por hacer en Torreón. 

walter.juarez@milenio.com