Claudia Rivera y los advenedizos
El Partido Morena (Movimiento Regeneración Nacional) empieza a ser una preocupación como factor de estabilidad política en el estado, debido a la muy evidente división interna.
La confrontación política interna ha trascendido fronteras y ya afecta el acuerdo político entre partidos en la coalición Juntos Haremos Historia, donde se han integrado dos grandes bandos.
Si las cabezas visibles de Morena y de la alianza “Juntos Haremos Historia” no son precisamente afectos al respeto de las instituciones, leyes y reglamentos, al interior de este partido es más grave la situación, porque no hay ni respeto a dirigentes y militantes de base.
Son los fundadores de Morena y quienes se adhirieron al movimiento lopezobradorista los que integran el ala institucional, tanto al interior de ese partido como en su calidad de representantes populares.
Previo a las campañas electorales y en plena batalla por los votos, la pugna interna por el control del partido se convirtió en una lucha soterrada, que estatutariamente debería tener dirigente, pero la pugna tiene descabezada la dirigencia estatal de Morena.
Desde esas fechas, los fundadores de Morena advertían la forma en que los “externos”, ex priistas (marinistas) y ex perredistas (barbosistas), principalmente, intentaban apoderarse del partido político.
Concluidas las elecciones, los “externos” (marinistas y barbosistas) empezaron a controlar decisiones por encima de Morena y empezaron por apropiarse de los consejos municipales en aquellos ayuntamientos donde habrá elecciones extraordinarias.
Desde el equipo de campaña por la gubernatura, el grupo del candidato no solo empezó a perfilar cuadros para hacerse del control del partido, sino que desde la designación de candidaturas hizo a un lado la estructura de partido para quitar y poner, dividiendo a la base militante y social en municipios.
Si hay que ubicar a Claudia Rivera Vivanco, la presidenta municipal, en la nomenclatura político partidista de Morena, estaría en la parte de los fundadores institucionales, y libra la batalla contra los advenedizos de oportunidad sin principios con la fundación de Morena.
pablo.ruiz@milenio.com