La autopsia practicada a Laura Luelmo indica que hubo agresión sexual
La autopsia realizada este martes en el Instituto de Medicina Legal (IML) de Huelva ha revelado que Laura Luelmo sufrió una agresión sexual, además del golpe en la frente que provocó su muerte entre los días 14 y 15 de diciembre, entre dos y tres días después de su desaparición en El Campillo (Huelva), han confirmado a Europa Press fuentes de la investigación.
La Guardia Civil detuvo ayer a Bernardo Montoya como sospechoso del crimen, que ha reconocido el crimen en dependencias policiales. La juez de Valverde del Camino al frente de la investigación ha decretado el secreto de sumario.
De confirmarse finalmente este hecho, nos encontramos ante un caso en el que pueda aplicarse la prisión permanente revisable. Es ésta la mayor pena privativa de libertad existente en España y fue aprobada por el Congreso de los Diputados en 2015 como parte de la Ley de Seguridad Ciudadana. La prisión permanente revisable lleva aparejado el cumplimiento íntegro de la condena durante un periodo de tiempo que oscila entre los 25 y los 35 años. El apoyo mayoritario entre la sociedad española a esta figura penal –según la encuesta publicada por LA RAZÓN en enero, un 72% apoya que se mantenga en nuestro ordenamiento jurídico– contrasta con el hecho de que tanto un recurso ante el Tribunal Constitucional como una iniciativa parlamentaria amenacen con tumbarla.
La aplicación de la prisión permanente revisable tiene, actualmente, una aplicación muy limitada. No en vano, sólo se enfrentan a ella los condenados por cinco delitos: asesinato de menor de dieciséis años o persona especialmente vulnerable por razón de su edad, enfermedad o discapacidad física o mental; asesinato cometido por miembro de grupo u organización criminal; asesinato múltiple; asesinato terrorista y asesinato subsiguiente a un delito contra la libertad sexual. Es precisamente este último supuesto el escenario en el que podría aplicarse para el caso de la profesora asesinada en El Campillo. Si, por tanto, la investigación y posterior sentencia demuestran que Laura Luelmo fue víctima de una agresión sexual, el caso se encuadraría dentro del ámbito de aplicación de la prisión permanente. Sin tener previsto un límite máximo de duración, esta pena es susceptible de ser revisada siempre que se haya cumplido esa parte de la condena. Sólo tras ese periodo de privación de libertad de 25 años, el Tribunal deberá revisar de oficio si la prisión debe ser mantenida cada dos años; y lo hará también siempre que el penado lo solicite, si bien tras la desestimación de una petición podrá fijar un plazo máximo de un año dentro del cual no se dará curso a nuevas solicitudes.