En 100 días, cuando el Reino Unido salga de la UE, Iberia dejará de poder volar entre ciudades españolas. Tampoco podrá despegar hacia otros aeropuertos de la UE. Lo mismo le ocurrirá a Vueling o Aer Lingus, las otras aerolíneas de su matriz International Airlines Group. Lo único que podría evitarlo es que el Gobierno de Theresa May logre el aprobado de su Parlamento al acuerdo del Brexit cerrado con la UE, algo que parece bastante improbable hoy. O que IAG haga sitio en su accionariado para la entrada de capital procedente de la UE.