Orden 227: la cruel norma de Stalin de asesinar a sus propias tropas si se retiraban
Afueras de Stalingrado, 1942. En una pequeña trinchera, un grupo de no más de 50 reclutas del Ejército Rojo cargan sus fusiles Mosin Nagant en espera de la llegada de la batalla. De repente, las balas silban cerca de sus oídos y se percatan de que los alemanes llegan a cientos. No importa, deben defender a la «Madre Rusia». Así pues, cada uno levanta el arma y dispara tantas veces como puede a las siluetas ataviadas con la esvástica. Aunque muchas de ellos caen entre quejidos, la fuerza de los alemanes es demasiada y... Читать дальше...