En el Estado de Partidos, y para eso se inventó, no hay, técnicamente, ni izquierda ni derecha políticas. Lo que vemos en la calle son izquierda y derecha sociales, cuyas sombras, como en la cueva de Platón, se reflejan malamente en el Estado.
La izquierda estatal devora nóminas y hace números como, por ejemplo, cuántos hospitales de Ayuso de cien millones o cuántos cohetes de Duque de doscientos millones (¡y sin seguro!) se necesitan para llevar, ay, Jesús, la electricidad a la Cañada Real, cuyos vecinos piden luz (no taquígrafos). Читать дальше...