Saliendo de la curva de la Estafeta, que tiene forma de fractura abierta de húmero, ha caído un hombre y ha quedado inconsciente. No parecerá mucho desde el sofá de casa, o desde la barra del bar de desayunos, pues la televisión armoniza la violencia de la carrera en un ballet elástico y dulce en el que todo parece tener sentido, pero cuando golpea contra el adoquín, una cabeza suena como un coco. Digo que ha caído un hombre y ha quedado en el suelo boca arriba, cruzado, con el rostro ensangrentado con un rictus apacible casi inocente... Читать дальше...