Los sobornos en el futbol
Ahora con el asunto de Lozoya, sobre los sobornos a distintos personajes de la política mexicana, recordé la gran cantidad de denuncias sobre lo mismo en el futbol mexicano.
Me acuerdo de una entrevista que le realizamos al Cuchillo Herrera, ex jugador del América y del Atlas, que retirado comentó que cuando jugaba en América José Antonio García, en ese entonces propietario del Atlante, le ofreció dinero para que le ganara a un club que peleaba por la permanencia en la Primera División con los Potros.
“En Atlante, Garcis nos ofreció dinero una vez para que los Potros se salvaran del descenso, para que nosotros le ganáramos a no sé qué equipo. Jugaba con América. Nos dijeron, y yo le dije a Alfredo Tena: ‘¿le entramos?' Y él dijo: ‘no tiene nada de malo, claro que sí, ¿pues qué tiene? Nada más que te lo dé (el dinero) antes'”, aseguró.
El ex jugador también relató que cuando jugó con el Atlas una Liguilla por el no descenso contra el Tampico Madero, hubo ‘arreglos de jugadores’, tanto de rojinegros como tamaulipecos. “Eran extranjeros los dos, no me acuerdo si eran argentinos, pero llegaban al área y buscaban a quien darle la pelota en lugar de disparar. Me acuerdo que les ganamos en Guadalajara, nos ganaron en Tampico y nos tuvimos que ir al tercer partido a San Luis Potosí, y ya les ganamos ahí en un partido abierto”, explicó.
En el año 2012 un diario colombiano aseguró que narcotraficantes mexicanos y de ese país realizaron sobornos en el torneo entre 2003 y 2006. También en el año 2014 el jugador de Pumas, Daniel Ramírez, declaró que Ángel González Monter, coordinador de visorias de Grupo Pachuca, le pidió 10 mil pesos para quedarse en el Club, después de unas pruebas.
En otra oportunidad, cuando León y Necaxa disputaban su permanencia en la Primera División, los directivos del León llegaron al estadio Jalisco con maletas repletas de dinero para ofrecérselas a los Leones Negros como estímulo para que derrotaran a los electricistas, puesto que perdiendo Necaxa se salvaban los verdes. No aceptaron. Pero todo parece indicar que el arquero sí lo hizo y los Esmeraldas descendieron a la segunda división.
Con el tiempo me enteré que cuando les ofrecieron el dinero se puso a consideración de todos. Ninguno aceptó, pero antes del encuentro el arquero, cuyo nombre me reservo, comentó: “alguien va a salir con dinero de este partido”. Efectivamente, el gol que le metieron para el empate era totalmente parable. Al final declaró: “así es esta chingadera, unas ganan otros pierden”.
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