Roberto Leal: «Las playas de Cádiz siempre fueron mi refugio»

Roberto Leal (41 años) tuvo que decir adiós a su padre a pocos días de dar las campanadas con las que TVE recibía este 2020 de nuestros temores. «Mi padre estaba muy enfermo, sabíamos que tarde o temprano iba a pasar, pero no esperábamos que fuera tan pronto. Es algo a lo que no te haces idea». Este sevillano, de Alcalá de Guadaira para ser más exactos, es uno de los presentadores más simpáticos y queridos por la audiencia. Tiene una naturalidad innata que cautiva y te convierte, como diría Santiago Segura, en amiguete. Tras este duro golpe y su paso en las labores de presentación de la última edición de «Operación Triunfo» en La 1, en abril de este año Atresmedia le ofreció un contrato para ser el nuevo presentador de «Pasapalabra», en Antena 3. Este concurso -con los duelos entre Nacho y Pablo- se ha convertido en un punto de referencia de la audiencia y su presentador está demostrando que los galardones recibidos (Iris, Antena de Oro, Antena de Plata o Premio Zapping) como mejor comunicador son más que merecidos. Casado desde 2005 con la también periodista Sara Rubio, es papá de la pequeña Lola, nacida en 2017 y que es la niña de sus ojos... Además, tiene otra «hija» llamada Pepa, que es una simpática chihuahua considerada un miembro más de la familia. La perrilla cuenta con su propio perfil en Instagram donde presume de la buena vida que vive junto a Roberto y Sara. Como decimos, Roberto Leal es una persona cercana, familiar y que a pesar de los baches que la vida le ha puesto, él mira hacía delante, pero sin olvidar a los que quedaron atrás. En un lugar mullido y cálido de su memoria, nos confiesa Roberto Leal que «hay una imagen que tengo grabada de mi padre cogiéndome de la mano en la playa cuando era muy pequeño». Para el presentador de «Pasapalabra», en el momento de hablar de veranos bonitos «los que más recuerdo son aquellos cuando tenía 4 o 5 años, a mediados de los años 80. Yo iba con mis padres a Cádiz a veranear y tengo unos recuerdos muy bonitos. Yo pequeño, con mi padre y mi madre... luego vino mi hermana. Con ella jugaba en la playa (ella con 2 o 3 años) y yo ejerciendo de hermano mayor con 6 o 7 años». Por último nos comenta que «nuestro refugio, siempre han sido las playas gaditanas, más en concreto la de la Victoria y, en algunas ocasiones, en Chipiona».