El futuro del cómic en el IVAM: terraplanistas y gente que duda si el cómic es un arte
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José Miguel G. Cortés, el director saliente, introduce al cómic en el museo como una de sus vías de trabajo más novedosas y vanguardistas. Así, se sumaba a una corriente internacional que inicia el parisino Museo del Louvre; cuyas principales líneas de actuación consisten en crear una colección propia de historietas, y abrir las salas del museo al noveno arte.
Culmina así un largo camino iniciado a finales de los años `60, y quedaba demostrado de facto, que el cómic es un arte; y como tal, se convierte en un objeto de museo de pleno derecho.
A esta corriente se suman museos de todo el mundo como el Orsay, Pompidou, Thyssen-Bornemisza, MNAC, Prado, MNARS, British Museum, MOMA, Picasso de París, Rijksmuseum, y un largo etc.
José Miguel G. Cortés programa entre otras las exposiciones VLC, Valencia Línea Clara y El dibujado de Paco Roca, que se encuentran entre las muestras que reciben un mayor número de visitantes durante su gestión al frente del IVAM.
Nuria Enguita
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ABC
Quizá por ello, en la entrevista, se pregunta a la nueva directora por el futuro del cómic en el museo bajo su mandato; y es en ese momento, cuando Nuria Enguita, demuestra no conocer en absoluto la consolidada tendencia internacional de los grandes centros de arte respecto al cómic.
Enguita, cito textualmente, afirma que: «La misión de este museo [el IVAM] es el arte contemporáneo. La pregunta sería si el cómic es arte. A mí me interesaría mucho que hubiese lugares donde se investigara sobre cómic, sobre diseño, sobre fotografía, etc. Debe haber instituciones donde eso sea posible. ¿Va a estar el cómic en este museo? Tendré que verlo en el contexto de la programación y la colección.»
Según iba leyendo esta respuesta explotó dentro de mí un auténtico volcán de sensaciones que van del cabreo a la estupefacción.
No es difícil darse cuenta de que el cómic, la fotografía, y el diseño [el industrial], son las 3 líneas de trabajo más novedosas que había introducido su predecesor; y la afirmación de que «debería haber lugares que se ocuparan de ellas», lo único que deja claro es que el IVAM no es necesariamente uno de ellos.
Obra del Equipo CrónicaEntiéndanme, es perfectamente lícito que un nuevo gestor plantee un enfoque distinto al de su predecesor cuando accede a la dirección de un museo; pero permítanme que les diga que esta declaración despierta en mí viejos fantasmas que me recuerdan una práctica que he visto demasiadas veces en otros centros y que me resulta abominable; los gestores entrantes realizan una política de auténtica tierra quemada respecto a los logros de su predecesor.
Entre los daños colaterales parece que va a estar el cómic; al que intuyo un futuro bien negro dentro del museo valenciano. Resulta evidente que no es un tema que se encuentre entre las prioridades de Enguita, ya que de sus declaraciones, se deduce que aún no se ha ocupado de él.
Afirma en la entrevista que «Está previsto trabajar a partir de la colección, y que en la colección hay grandes artistas.». Y tiene razón. Lo que no sé si es consciente es que, entre los fondos del IVAM hay cómics realizados por El Equipo Crónica, Equipo Realidad, Iturralde, Manuel de Rodrigo; o las adquisiciones realizadas durante el mandato de Cortés de obra de Miguel Calatayud, Daniel Torres o Paco Roca. A ello, hay que sumar la «fanzinoteca», un proyecto sumamente interesante, cuyo futuro resulta igualmente incierto.
Instalación de la obra de Roy Lichtenstein, «Chica ahogándose», de la colección del MoMA, en un museo de Australia, la National Gallery of Victoria
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NGVMelbourne
¿Comprenden ahora el motivo de mi desasosiego? ¡Es mucho lo que hay en juego!
Por ello, espero y deseo que la actual directora realice con prontitud unas declaraciones donde desgrane de manera más explícita el papel que va a jugar el 9 arte en su proyecto. Desde aquí, ya adelanto que si es excluido, se perderá una gran oportunidad, abandonando una línea de trabajo en la que el museo valenciano ha sido pionero.
Finalmente, si me lo permiten, quisiera terminar este artículo autocitándome. Como historiador del cómic y comisario de exposiciones de esta disciplina se me ha preguntado en no pocas ocasiones si considero que el cómic es un arte. Tras hacer didáctica sobre el tema durante años (en este mismo texto aparece explicado someramente el porqué la respuesta es un «SI» rotundo), decidí cambiar de estrategia y responder siempre de la misma forma: «En el siglo XXI hay terraplanistas y gente que duda si el cómic es un arte. Bueno… es cierto, existe mucha gente así. Pero la respuesta en ambos casos es tan obvia, y con pruebas tan abrumadoras, que yo a eso ya no respondo.»