Son, de correr para evitar a su país a hacerlo para Mourinho
A Corea del sur la emparejaron en Rusia con Suecia, México y Alemania, esta última vigente campeona por aquel entonces, y las expectativas no eran demasiado altas para el equipo asiático. Todo éxito parecía ser exclusivamente dependiente de Son, que jugaba desde 2015 en Inglaterra y ya se había hecho un nombre como regular goleador y asistente en sus estadios. El grupo F acabó por ser uno de los más entretenidos, porque los alemanes no daban pie con bola, derrotados por los centroamericanos y victoriosos in extremis contra los escandinavos, con un golazo de falta directa de Kroos. Corea tampoco andaba muy fina y perdió los dos primeros partidos, lo que dejó para la última jornada un duelo por la supervivencia. Los alemanes corrieron para honrar su condición de campeones, y en Corea Son lo hacía por su país, o para huir de él más bien, porque todos los hombres menores de 28 años deben hacer 21 meses de servicio militar obligatorio.
El país asiático había prometido a Son que le libraría de sus deberes si se clasificaban para octavos, algo que al final no sucedió, porque pese a que ganaron 2-0 a Alemania, gol del delantero incluido, el resultado de Suecia-México invalidó la gesta. Aún así, meses después el equipo consiguió la medalla de oro en los Juegos Asiáticos y ante la atención mediática que había generado el asunto, Corea decidió aplazar el compromiso y dejó a Son volver con su club. La deuda se saldó el pasado 8 de mayo, pues a causa del coronavirus y de una lesión de Son, el delantero pudo viajar a su país, donde estuvo tres semanas en la isla de Jeju, en un campo de entrenamiento. «Se me hicieron muy largas», explicó a su vuelta. Lo cierto es que a Son no se le dio mal, porque incluso recibió una condecoración por su puntería. También completó su formación militar con entrenamiento biológico, químico, radiológico, de combate individual y de primeros auxilios.
Hoy Son corre para Mourinho. Su Tottenham juega buen fútbol y marcha líder de la Premier, a la espera de lo que haga hoy el Leicester. El coreano ha anotado once goles y ha dado seis asistencias en los últimos doce partidos con los «spurs», además de ser el omega del equipo, que vive en las transiciones, muy al estilo futbolístico del país que le acoge.