La mayoría de los politólogos coincide en que, en su «tipo ideal», una democracia electoral implica, al menos, tres condiciones básicas: que los partidos expongan explícitamente qué harán si ganan; que los ciudadanos comparen los programas y elijan en base a ellos; y que la organización que llegue al gobierno cumpla lo prometido. Son las premisas de lo que en ciencia política se llama «gobierno de partido responsable». El gobierno de Pedro Sánchez no entra dentro de esa categoría. En realidad, no entra en ninguna de las tipologías descritas hasta ahora en la literatura científica. Nadie había siquiera imaginado que un ejecutivo podía ser tan irresponsable.
«Le estoy diciendo que con Bildu no vamos a pactar. Con Bildu, se lo...
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