Campazzo se despide como un líder: 20 puntos y 5 robos
Lo pactado entre Campazzo y el club blanco se cumplió hasta el extremo y el colchoneta argentino se vistió de corto para enfrentarse al Manresa. Hace cuatro abriles se marchó Sergio Rodríguez y hace dos, Doncic, y aquí sigue Llull. La coplosidad de bases en la última división no empequeñece la figura del Facu, uno de los mejores que han pasado por la sección. A diferencia del viernes frente a el Fernerbahçe, esta vez se sabía con certeza que era el punto y final. Un aventura evitable para el deportista y una billete forzada para el Madrid, que alineó a un participante posteriormente de que en las horas previas se hubiera anunciado en todos los idiomas que imaginen su compromiso con Denver Nuggets por dos abriles. Le queda firmar, pero resultó rara su presencia en la pista. Luego, su gran recital y que no hubiera percances, y asimismo los abrazos de sus compañeros (de Llull, de Reyes… de todos) y el inspección de Laso y de los rivales, adornaron la despedida. Se fue como soñó, liderando: 20 puntos, 4 rebotes, 4 asistencias y 5 recuperaciones para 28 de valoración en 25 minutos. Un hércules de 1,79 metros.
El Madrid debe afrontar el presente con la plantilla habitable y lamerse lo imprescindible las heridas. Campazzo es ahora pasado (divino, aunque pasado; quizá algún día vuelva a ser futuro). Empezó a serlo cuando ganó en septiembre el final título a su ámbito, la Supercopa, y más aún al convertirse en vox populi en las últimas 48 horas su desembarco en la NBA. Pero se decidió que jugara y él lo hizo como siempre en las últimas semanas, con una determinación a prueba de examinadores rigurosos. Desde ya los desafíos venideros serán sin él. El primero, el jueves en Moscú, frente a el CSKA, donde los blancos vencieron por última vez en 2008. El segundo, el miércoles 2 de diciembre frente al Baskonia. Agárrense que vienen curvas.
El adiós morapio con triunfo, en su partido 275 de blanco (142 de Liga), en cuatro temporadas y medias (y otras dos cedido en Murcia). Más de seis abriles de vinculación que se cierran con 11 títulos, incluidas dos Euroligas. Victoria frente a un Baxi Manresa en el que Pedro Martínez hace un trabajo impecable de optimización de posibles. Su equipo sabe brincar al baloncesto, pasarse el balón, tirar y descubrir sus opciones. Aguantó el ritmo de anotación recinto en el segundo cuarto y llegó vivo al refrigerio: 47-40. Primero Llull (11 puntos en el primer acto) y Tavares (8 entonces) y luego Carroll (10 en el segundo) lideraban la ataque. Enfrente, los pívots Eatherton, por fuera, y Sima, por internamente, daban réplica a Tavares (10 rebotes y 4 tapones) con las armas a su ámbito. Reyes alcanzaba a Navarro como el cuarto anotador histórico y Causeur regresaba a número más de un mes posteriormente de dar positivo.
Y cuando parecía que el Madrid iba a firmar uno de esos terceros periodos inapelables, el Manresa respondió con un 0-11 (60-53). Laso pidió tiempo muerto, regañina por moverse demasiado por fuera sin intensidad, a Campazzo el primero, que acabó asintiendo. El Facu ejerció de líder y abortó la reacción. Adiós a lo holgado con 12 puntos y 17 de valoración en ese tercer periodo. Aguantó en cancha hasta que faltaban cinco minutos. Laso pidió el cambio y se fue palmeado y intrincado por cada uno de sus compañeros. A descuido de sabido buenos son los amigos. Algo de calor en el frío Palacio. El Madrid cierra un capítulo, Facundo abre otro. La NBA le aguarda.