Los objetos tienen el don de la inmortalidad. Aunque por ellos pasa el tiempo, no desaparecen. Son testigos mudos de esa otra historia que casi nunca se cuenta. Una naturaleza inanimada que les convierte en los personajes perfectos para una novela. La cuestión, claro, es dar con el adecuado. Y Carmen Posadas (Montevideo, Urugay, 1953) lo consiguió cuando se fijó en una de las joyas más fascinantes de la historia, protagonista de su último libro, «La leyenda de la Peregrina» (Espasa).
—¿Por qué eligió esta perla legendaria?
—Hace poco cayó en mis manos un libro de Mujica Láinez, «El escarabajo», que es la historia de un escarabajo de lapislázuli que le regalan a Nefertiti y que pasa por momento históricos alucinantes, del...
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