El Logroñés asalta el Heliodoro
La inquieta y ansiosa situación del combinado insular pesó en exceso inicialmente ante un cuadro riojano que, por el contrario, su holgada posición en la tabla le convertía en un temible y cualificado rival nada fácil de sorprender. Poco tardó el equipo blanquiazul en tantear a Santamaría, primero Jacobo, en el minuto tres, disparó sobre las manos del meta, mientras que al filo del cuarto de hora fue Moore el que pudo marcar, pero su disparo se fue fuera tras rozar en el larguero.
Por el contrario, la primera aproximación riojana arrojó un resultado positivo, puesto que David González, a la media hora de juego, recibió de Clemente y con un disparo raso y cruzado con su pierna izquierda batió a Ortolá, sin que de aquí hasta la conclusión de esta primera parte se crease ocasión alguna de gol.
En la reanudación los tinerfeños saltaron al césped con algo más de ambición y con ganas de empatar, pero su dominio territorial no resultó muy eficiente en ataque al carecer de remate, solo uno tempranero de Shashoua que rechazo Santamaría.
Bogusz también probó fortuna desde lejos en el minuto 60, pero el balón acabó en las manos de Ortolá, y casi que también concluyó todo el peligro para uno y otro cancerbero, puesto que ninguno de los dos equipos fue capaz ya de hilvanar jugadas de auténtico peligro.
En definitiva, un solitario tanto que le permite al cuadro riojano encadenar un quinto triunfo consecutivo y encaramarse en la zona alta de la tabla, mientras que los tinerfeños no sólo empeoran la suya, sino que también pone en peligro la continuidad de su ya cuestionado técnico.