El caso de Francis Puig, hermano del Molt Honorable President de la Generalitat Valenciana, está a medio camino entre el recuerdo de los cafelitos de Juan Guerra en Sevilla y la película ochentera «Cazafantasmas». Porque esto va de trafiquillo de influencias y favorcetes, de información privilegiada, de abrir puertas y atender en el despacho a éste que llama, que es nada menos que hermano del Presi. El mamoneo de siempre: todos firmes cuando llegaba Francis, aunque Ximo ignorara los pasos largos de su hermano. La historia de Francis Puig y sus socios Bover es sencillamente la de unos listillos cazasubvenciones, que como aquellos cazafantasmas poseían dotes extraordinarias para capturar fondos públicos en los rincones más paranormales de la Comunidad Valenciana....
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