Los Reyes Magos aterrizan en Sevilla contra viento, frío y pandemia

Ni el cierre de fronteras, ni los PCR, ni el pasaporte Covid... Tampoco el frío ni el viento ni el tráfico aéreo. Nada ha impedido que los Reyes Magos llegaran a Sevilla este 5 de enero tan extraño. La ciudad ha amanecido con demasiadas ausencias. Era la última fiesta mayor que quedaba por suspenderse después de un año entero de vacío. Sin cabalgata, el Ateneo se empeñó en que de alguna forma Melchor, Gaspar y Baltasar tendrían que llegar a Sevilla sin provocar masificaciones. Se pensó todo: un autobús dando vueltas por la ciudad sin orden ni recorrido, un aforamiento estricto de las grandes avenidas. Y lo que surgió fue un modo original aunque algo arriesgado en cuanto a la visibilidad y las circunstancias meteorológicas: que entraran en globo aerostático.


Este 5 de enero, víspera de la Epifanía en la que se manifiesta el Gran Poder de Dios, Sus Majestades han aterrizado en Sevilla desde el aire, siguiendo la estela que dejó el día anterior el Heraldo. Pero esta vez el vuelo no ha acabado en Montequinto, sino en Los Remedios, por aquello de «a grandes males...». Nada es casualidad. Los Reyes Magos se elevaron al cielo en San Pablo y se encaminaron hacia el oeste, guiados por una luna que hizo las veces de Estrella. De Oriente a Occidente. Los tres personajes han sido una vacuna contra la desilusión. Por eso al amanecer los balcones y las azoteas estaban repletos de niños.


Ni el punto de partida, ni el recorrido ni el destino se dieron a conocer hasta última hora. A las nueve menos cuarto de la mañana, al alba, aparecieron por las pistas de atletismo de San Pablo Melchor, Gaspar y Baltasar, además de la Estrella de la Ilusión. Esperaban el alcalde, Juan Espadas, y su séquito. Mientras, en el césped del campo de rugby se hinchaban los dos globos que transportarían a Sus Majestades en esta cabalgata aérea. Por primera vez, los Magos de Oriente concedieron una rueda de prensa.


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Melchor llevó la voz cantante: «Es emocionante estar repartiendo ilusión a Sevilla pese al problema sanitario que tenemos . Venimos de Oriente para repartirla a todos los niños y adultos y para que este 2021 empecemos a repartir todos los abrazos y los besos que no nos hemos dado en todos estos meses». Le siguió Gaspar, que señaló que pese a estar acostumbrado al calor, «venimos preparados contra el frío», ya que las temperaturas a esa hora de la mañana rondaban los tres grados centígrados. Baltasar, por su parte, habló de «esperanza» y dejó claro que «los Reyes no fallan ningún 5 de enero a Sevilla, así que este año volvemos otra vez». La Estrella de la Ilusión permaneció callada y abrigada bajo un elegante vestido blanco y sombrero «que más quisiera la Pedroche con su edredón», apuntó uno de los periodistas más avezados en estas lides.


Tras el improvisado canutazo, la Estrella se subió en su globo de color rojo, que partió minutos antes que el de los Reyes, que era más amplio. A éste, de color amarillo, se subieron también bomberos, un cámara, un asesor del alcalde y el director de la Cabalgata.


Partía hacia el cielo el aeróstato mientras los balcones de los pisos del Polígono de San Pablo estaban repletos de vecinos despidiéndose de los Reyes Magos, que dejaron unas imágenes espectaculares al cruzar Santa Justa, San Bernardo, la Plaza de España, el río a la altura del puente de Los Remedios hasta llegar a El Copero, que fue donde aterrizó. Sin embargo, las mejores imágenes las tomaron los sevillanos desde sus azoteas, dejando patente que hoy sí pudieron contemplar el paso de los Reyes Magos, al contrario de lo que sucedió con el Heraldo ayer, a quien el viento desvió hasta Dos Hermanas y sólo se dejó ver por las Tres Mil Viviendas.


Se alejaba el globo a la altura del Palacio de los Deportes y el alcalde observaba algo nervioso que el aparato parecía descender, algo que pudo ser cuestión de perspectiva. Espadas afirmó que «este no es el 5 de enero que queríamos, pero sí es verdad que será recordado toda la vida. Esta cabalgata que no pudo ser y los Reyes Magos en globo en un día fresquito pero muy bonito y luminoso. Quedará para los anales de la historia. Estoy convencido que 2021, con este arranque de ilusión que de nuevo el Ateneo vuelca sobre la ciudad y que los Reyes traen a todos los niños, va a ser también un empujón para un año en el que todos necesitamos confianza, esperanza y sobre todo eso: recuperar la ilusión en nuestras vidas».


Apenas duró media hora el vuelo y, como es lógico, no pudo contemplarse desde otros puntos de la ciudad. Todo depende del viento y de una hora en la que afecte lo menos posible al aeropuerto. Pero las imágenes sí se quedarán para la historia de un 5 de enero en el que Melchor, Gaspar y Baltasar llegaron a Sevilla sin su cortejo real, sin música ni caramelos, sin bailes y carrozas luminosas, sin caballos ni camellos. Lo hicieron por el cielo, siguiendo más que nunca a la Estrella de la Ilusión.


Programa especial del Ateneo
Este martes 5 de enero, a las 17.30 horas, el Ateneo emitirá en su canal de Youtube un programa especial sobre la llegada de los Reyes Magos a Sevilla, que podrá seguirse también desde la web de ABC de Sevilla.