Campaña de Ximo Puig contra la «madrileñofobia»: «En Semana Santa no nos veremos, pero os queremos»

Ni a Gandía, ni a Cullera ni a Santa Pola: «Esta Semana Santa no podremos vernos, pero os queremos». El Gobierno valenciano ha lanzado una campaña dirigida específicamente a los madrileños para difundir el cierre perimetral decretado por la Generalitat hasta el próximo 12 de abril dentro del paquete de restricciones para evitar la propagación del coronavirus. Los ciudadanos de la Comunidad de Madrid constituyen el principal mercado emisor de turistas nacionales a los destinos valencianos. De hecho, según un informe de Caixabank, la mayor parte de las segundas residencias en España están situadas en la costa mediterránea. En concreto, Alicante es la provincia que concentra un mayor número de segundas residencias (326.705 viviendas, un 8,9 por ciento del total nacional) y le sigue Valencia (223.885 viviendas, 6,1 por ciento del total). [Ximo Puig reivindica su gestión de la crisis del coronavirus frente al «desastre manicomial de Madrid»] Muchos de los propietarios de esas segundas residencias son madrileños que, desde el pasado 25 de octubre, cuando la Generalitat decretó el cierre perimetral por el Covid-19, tienen prohibida la entrada en la Comunidad Valenciana. El Gobierno valenciano ha optado por dirigirse hacia su principal mercado de turistas nacionales en una campaña que comenzará este viernes en las radios de la capital de España con un mensaje conciliador: «Nos encanta compartir lo nuestro con las personas que venís de Madrid. Qué ganas tenemos de recibiros y daros un abrazo de bienvenida». Imagen de Ximo Puig y la consellera de Sanidad, Ana Barceló, tomada este jueves - ROBER SOLSONA La inciativa, avanzada por el diario «Levante-EMV» , pretende concienciar a los habitantes de otros puntos de España de las restricciones en vigor en la Comunidad Valenciana con un tono amable para evitar el fantasma de la «madrileñofobia» que denunciaron los empresarios hoteleros locales. Este jueves, Ximo Puig ha reivindicado su gestión de la crisis del coronavirus frente al «desastre manicomial de Madrid».