El fiscal del juicio a la 'manada de Sabadell': «Ha quedado claro que fue una violación grupal»
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«Ha quedado perfectamente claro que las relaciones sexuales no fueron en ningún caso consentidas. Lo que se produjo ahí fue una violación grupal», ha zanjado el fiscal Eduardo Gutiérrez cuando Mohamed A., el único acusado como autor material de la agresión, ha intentado aducir que lo que ocurrió durante la madrugada del 3 de febrero de 2019 fue en realidad una relación consentida. «Carece de toda lógica y credibilidad», ha rebatido en el informe final de un juicio que ha quedado este miércoles visto para sentencia y en el que los acusados, tres 'cooperadores' y el único autor material identificado, se enfrentan a penas de entre 37 y 40 años.
Las respuestas de la víctima y su relato «verídico» e «invariable», ha insistido el fiscal, son la columna vertebral del caso. El modo de obtenerlas, sin embargo es lo que le ha valido una reprimenda de la fiscal de Sala Delegada de Violencia contra la Mujer, Pilar Martín, quien le ha afeado su falta de tacto durante el interrogatorio. «Posiblemente el fiscal lo que intentaba era afianzar el relato de hechos, lo que pasa es que lo hizo sin ningún tipo de sensibilidad ni empatía», ha asegurado Martín, para quien «falta educación en artes psicológicas».
A Gutiérrez se le cuestiona por interrumpir constantemente la declaración de la víctima con preguntas como: «¿está segura de eso?»; «¿intentó escapar de la habitación?»; «¿cuándo dice con violencia, a qué se refiere? o «¿cómo termina ese suceso?». Un interrogatorio contra el que también ha cargado la ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra, para quien lo que ocurrió en la Audiencia de Barcelona «evidencia, una vez más, que la justicia en España tiene un sesgo machista y patriarcal».
Por contra, el abogado de la joven, ha asegurado estar «plenamente conforme» con el interrogatorio del fiscal. «Son las mismas preguntas que yo hubiera hecho», ha destacado el letrado, para quien las preguntas eran «necesarias» y ayudaron a su clienta a «extraer de su fuero interno todo el dolor».