«Comuneros. 500 años»: una muestra «única» sobre el hito histórico en la que «no hay buenos ni malos»
0
Para ello, la exhibición se articulará en cuatro pilares, ha detallado Eliseo de Pablos, comisario de la exposición, que se extenderá hasta el próximo 20 de septiembre con el vestíbulo de la sede del Parlamento regional como única sede, ya que se ha descartado finalmente que viaje a otras provincias, por los permisos y particulares condiciones de conservación que requieren las obras reunidas. Una sede que, ha insistido Luis Fuentes, no se ha elegido al azar, ya que la exposición pretende ser «un homenaje a las Cortes como herederas de aquellas del siglo XVI, cuyos procuradores posibilitaron a través del debate y la palabra la promulgación de la Ley Perpetua de Ávila, considerada el precedente constitucional más antiguo». Ha añadido también el comisario que el objetivo ha sido el de «crear un marco de comprensión dentro de un equilibro de perspectivas» sobre el acontecimiento histórico; es decir, «no de buenos y malos, ni de reivindicar a unos o a otros», sino permitir al visitante que saque sus propias conclusiones.
Pilares
Respecto a los citados pilares, la muestra comenzará enmarcando al visitante en el contexto social de aquella Castilla del siglo XVI, cuando ésta era «el reino más poblado de la península», para detenerse a continuación en los protagonistas del movimiento comunero. Lo hará en el siguiente capítulo: «Contra traidores y desleales», que reunirá, entre otras piezas, «documentos de primerísimo nivel» y valiosas monedas acuñadas en la época con una clara «motivación política», y de ahí -ha explicado Eliseo de Pablos- que los protagonistas de las mismas fueran la reina Juana y el rey Carlos V.
«Castilla en la encrucijada. La ruptura del equilibrio» será el tercer capítulo del proyecto expositivo, para el cual han prestado piezas, entre otras instituciones, el Museo del Ejército y la Real Armería, y ha puesto el comisario como ejemplo el cañón de más de 900 kilos que perteneció a la familia Fonseca, de la nobleza salmantina. Destacan también en este apartado los documentos reunidos en cuanto a ejecutorias y pleitos, la mayoría procedentes de la Real Chancillería, como el perteneciente a la familia de Juan Bravo, donde sus hijos reclamaban la casa que les habían quitado.
«El tiempo habitado» será el penúltimo capítulo de la muestra, donde el visitante se sumergirá en el arte, los juegos, la vida cotidiana desde el punto de vista de la economía e incluso la importancia de la música entonces, antes de concluir con un viaje al siglo XIX, cuando el movimiento comunero se puso de moda y comenzaron a utilizarse sus personajes «de una manera un tanto romántica» en las distintas artes, tanto en el teatro, como en la poesía o en la literatura: una «Memoria 'recuperada y creada'» que llega hasta casi la actualidad, pues la exhibición concluye con una visión de cómo se ha tratado el hecho histórico en la época contemporánea.