Investigan en Brasil entrega de vacunas a mineros ilegales a cambio de oro
Fiscales federales del estado brasileño de Roraima investigan denuncias de que se estarían entregando vacunas a explotadores ilegales de oro a cambio de oro, acciones que se estarían realizando dentro de los terrenos de la reserva indígena Yanomami.
Líderes tribales de la región amazónica denunciaron los acuerdos ante la Fiscalía y se ordenó una investigación para determinar si estas inoculaciones, originalmente destinadas para los pueblos indígenas, terminan en manos de los criminales. La Asociación Hutukara, representante de los Yanomami, recibieron el respaldo de la ONG Instituto Socioambiental de Brasil, y en la demanda se acusa a un trabajadores de la salud de la región de Homoxi de entregar dosis de vacunas contra el COVID-19 a mineros ilegales a cambio de oro, combustible y un equipo electrógeno.
“Los yanomami se han quejado durante mucho tiempo de que los materiales y medicamentos destinados a la salud indígena se están desviando a los mineros salvajes”, dijo en un comunicado Dário Kopenawa Ianomâmi, integrante de Hutukara.
El Ministerio de Salud de Brasil recibió la denuncia el pasado 5 de abril y abrió una investigación.
Poblaciones diezmadas
El Ministerio de Salud del gobierno de Jair Bolsonaro anunció el pasado 14 de abril que no había forma de confirmar la veracidad de la denuncia de que al menos 10 niños Yanomami había fallecido por COVID-19.
El ministerio explicó que no se puede determinar si murieron por el coronavirus o más bien por diarrea y desnutrición.
Las muertes de los niños ocurrieron en enero y fueron reportadas por el Consejo de Salud Indígena Yanomami y Ye’kuanna (Condisi-YY). Los colectivos de dicho pueblo aseveraron que todos los niños experimentaron síntomas como fiebre y dificultad para respirar. Tenían entre 1 y 5 años.
Los médicos del Equipo de Salud Volante encontraron que, posiblemente, las muertes infantiles que ocurrieron en los lugares se debieron a diarreas y desnutrición por problemas endémicos y climáticos en la región, sin elementos concluyentes para afirmar si las muertes se debieron al COVID-19 o no.
La explotación ilegal de oro en las tierras de este ancestral pueblo ha provocado grandes focos de contagio, con el pico más fuerte ocurriendo entre los meses de agosto y octubre de 2020. En ese lapso se constató un incremento de más del 250% pasando de 335 a 1.202 los positivos.
Paralelamente, la presencia de mineros ilegales ha aumentado más de 30% en la zona desde el arranque de la crisis sanitaria global.