Denuncian comercialización de trabajadores uigures en internet. Gobierno chino dice que es mentira
La etnia uigur sigue sufriendo la persecución y la discriminación por las cuales se señala al gobierno de China. El ejecutivo dirigido por el presidente Xi Jinping, está acusado de crear centros de “reeducación” que organismos de derechos humanos internacionales de talla de Amnistía Internacional han calificado de campos de concentración.
En dichos lugares se les enseña cultura china y se les obliga a profesar lealtad a Pekín y a la patria, y se les prohibe hablar sus lenguas originarias y practicar su cultura ancestral.
Esta semana, medios internacionales consignaron que el gobierno regional de Xinjiang, donde viven los uigures, ejecuta un “programa de transferencia de mano de obra” oficial, de acuerdo con su Plan Quinquenal de 2019, “para brindar más oportunidades de empleo a la fuerza laboral rural excedente”.
Los trabajadores son “transferidos” a otras provincias de China, pero poco se explica de la voluntad de estas personas para ser enviados a otra zonas del país. Un informe del Instituto Australiano de Política Estratégica estimó que al menos 80.000 trabajadores uigures fueron trasladados fuera de Xinjiang entre 2017 y 2019, aunque dijo que es probable que la cifra real sea mucho mayor.
Las ONGs alertan que los grupos de uigures podrían estar sometidos a rigurosos controles y trabajos forzosos, violando sus derechos humanos.
Gobierno desmiente
Aunque en uno de los anuncios se sugiere que existen controles políticos y sociales estrictos, y se lee que “la seguridad de los trabajadores estará garantizada por el gobierno”, Pekín rechaza que todo esto sea cierto.
El Ejecutivo salió al paso de las aseveraciones para desmentirlas, diciendo que se trata de “la mentira del siglo”, al tiempo que rechazaron emitir comentarios ante consultas de medios y agencias internacionales, como la cadena británica Sky News que no recibió respuesta.
En una nueva campaña de propaganda, el Partido Comunista de China acusa al gobierno de los Estados Unidos de estar financiando supuestas acciones terroristas en la región de Xinjiang, para desestabilizar al gigante asiático.
Euronews informó que la empresa española Inditex, propietaria de la cadena internacional Zara, fue acusada ante la Justicia francesa por supuestamente aprovecharse de la explotación de los uigures, etnia de origen musulmán. También están señaladas Uniqlo, Sketchers, Sandro, Maje y SMCP.
La demanda fue interpuesta por el Instituto Ético de las Etiquetas, el Instituto Uigur de Europa y la Asociación Judicial Sherpa, y esperan que las empresas dejen de trabajar en la zona de Xinjiang.