La Krupskaya de Iglesias es la más sonrojante de las rojas del Congreso. Se ha comido a Carmen Romero -jóvenes y jóvenas- y a Bibiana Aído -miembros y miembras- en su revolución inclusiva. Las socialistas están obsoletas. Lo último en la erradicación del heteropatriarcado es lo que ha dicho Irene en un mitin de apología a su líder conyugal, que apura sus últimos días en el machito, palabra esta última que aplicada al pablismo leninismo es polisémica: «Levantad la voz quienes os ha costado tanto ser escuchadas, escuchados, escuchades». Para abanderar la revolución lingüística, de concordancia gramatical anda justita, pero tampoco vamos a abusar de exquisiteces. Es ministra, qué queremos. A cada uno hay que juzgarlo en función de su...
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