Quartararo marca el ritmo

En el regreso de Marc Márquez quería Fabio Quartararo reivindicar que es el digno sucesor a su corona. Lo intentó el año pasado, sin el de Honda en la partida, pero la presión del liderato le psó demasiado. Habrá que ver cómo evoluciona en las próximas semanas el francés, por el momento líder del Mundial tras triunfar en el Gran Premio de Portugal. Segunda victoria consecutiva para volver a erigirse en candidato más fiable. Sobre todo porque su compañero de equipo, Maverick Viñales, con la misma moto, circuló gran parte de la carrera en las últimas posiciones, y terminó undécimo por esfuerzo.

¡SIIIIIUUUUUUU!

La celebración de Fabio Quartararo a lo Cristiano Ronaldo después de ganar en Portimao @FabioQ20 #PortugueseGP #MotoGP pic.twitter.com/qqumaGVqVX

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La carrera, como el circuito, fue de la más exigente. Rapidísima desde el inicio, con muchos pilotos cambiando de posiciones en esos primeros metros. Quartararo, que salía primero, fue relegado por varios rivales hasta la cuarta posición. Pero tenía más ritmo que nadie, incluso más de lo que él pensaba. Y encontró enseguida el camino del liderato. Marc Márquez, que regresaba 265 días después, hasta se puso tercero, pero después, la calma, la paciencia y la precaución porque iban a ser 25 vueltas por primera vez en más de 500 días, lo dejó más atrás. No mucho más, no obstante. Pero no se quiso meter en peleas.

¡UUFFF! ¡El toque de @marcmarquez93 con la moto de @JoanMirOfficial!

Estuvo cerca de irse al suelo y le acabaron adelantando Miller y Quartararo #PortugueseGP #MotoGP pic.twitter.com/vhsNMdq4dk

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Fueron las Ducati de Zarco y también Miller quienes se pusieron por delante, y se adhirieron enseguida las Suzuki, con un Álex Rins que no puedo terminar su gran carrera porque la exigencia, el tirón de Quartararo y la presión pudieron con él a falta de 7 vueltas. También le pasó factura el peso del liderato y la rapidez de la carrera a Johann Zarco, que se fue al suelo a falta de cinco vueltas.


Y sin Rins atosigando, el francés pudo disfrutar de unas cuantas vueltas en solitario, construyendo la segunda victoria de este Mundial, tercera para Yamaha. Líder. A falta de consolidar que ya sabe manejar esa presión. «Me siento que por fin estoy de vuelta y traigo esa confianza desde Qatar. Ya sabemos en quié tenemos que trabajar para ser rápido. Me centro en mi pilotaje y en el tren delantero. No me esperaba este ritmo. Ha sido increíble, y también la presión de Rins, no podía cometer un error. E incluso pude abrir un poco de hueco», analizaba el francés tras el esfuerzo de las 25 vueltas. Así también lo hizo Joan Mir, tercero: «Carrera verdaderamente difícil, muy rápida y con mucho calor. Nos faltó algo, tenía dificultades con el tren delantero, pero supe encontrar un buen ritmo y traté de sobrevivir con lo que tenía».


Sobrevivió Márquez, 25 vueltas por primera vez desde que ganara en el Gran Premio de Valencia allá por 2019. De ahí las lágrimas en el garaje, abatido por el esfuerzo y el cansancio. El cuerpo le reclamará descanso a partir de ahora, pero ya sabe que puede. Ya es piloto de nuevo. Aún con precaución, séptimo.