Goleada para fortalecer el liderato
No es el Eibar un equipo que espere al rival en su área; tampoco el Atlético uno que llegue con facilidad a la contraria. Por eso, la presión visitante, bien ejecutada y liderada por el incombustible Kike García, tuvo a los rojiblancos agazapados en su campo durante buena parte de la primera mitad. Koke, Saúl y Herrera no ofrecían soluciones en el centro y únicamente Lodi se asomó en un par de ocasiones por su banda. Precisamente por ese lado llegó la más clara del Eibar, casi la única del encuentro, con un centro lateral de Pozo que a punto estuvo de rematar Kevin Rodrigues.
Abusando de los balones en largo, pues no hallaba el Atlético otra forma de hacer prosperar su juego, cazó un balón Correa, que cedió a Carrasco para que probara suerte desde fuera del área. Despejó Dmitrovic hacia Llorente, que tampoco encontró puerta en su remate. Única acción destacable hasta entonces. Partido lento, espeso, impropio incluso para unos jugadores que se están jugando la Liga. Así las cosas, se acercaba el descanso sin novedades en el horizonte, pero entonces apareció Correa.
Contábamos en la previa su importancia para Simeone y el delantero volvió a darle la razón. Primero, haciendo las labores de nueve. Córner de Carrasco, prolongación de Herrera y Correa, en el segundo palo, remata a placer. Instantes después, al filo del descanso, una genialidad más propia de alguien que viste el diez a la espalda. Carrasco le dejó un balón en el área pequeña, y Dufur, que debutaba en Liga, parecía tenerle cubierto. Nada más lejos de la realidad. Correa se deshizo de él elegantemente con un control orientado que le sirvió tanto para encarar puerta como para colocársela a su pierna derecha y definir con un toque sutil. 2-0, resultado improbable cinco minutos antes que permitió al Atlético afrontar con más calma la segunda mitad.
De los vestuarios salió un equipo completamente distinto, uno que sí hizo gala del liderato que ostenta. Lejos de echarse atrás como en citas anteriores, el Atlético quiso más. Desde su campo, Saúl brindó un extraordinario pase a Carrasco que le dejó solo ante Dmitrovic, y con dos toquecitos, uno para el portero y otro para el defensa, el belga anotó el tercero. Se empezó a gustar el Atlético y encontró la fórmula de la creación que se le había negado en la primera mitad. De nuevo Saúl, muy buena segunda parte la suya, encontró a Lodi. El brasileño cedió a Correa y este asistió a Llorente, implacable en los últimos metros. Son 8 pases de gol del argentino en lo que va de Liga.
Superada la hora de juego, el partido era otro al del inicio. El Eibar bajó los brazos y el Atlético no pisó el freno. Llorente protagonizó el quinto gol con una cabalgada desde su campo y una pared con Carrasco previa al remate final. Con once goles es ya el centrocampista más goleador de la Liga.
Sentenciado el encuentro, Simeone se permitió el lujo de dar descanso a los más habituales. Cabe señalar los minutos de Dembélé, que se reincorporó al equipo tras dar el susto durante un entrenamiento. El pitido final terminó de retratar la cara y la cruz de la Liga: un Atlético que se hace fuerte en el liderato y un Eibar que es colista y se asoma con peligro al abismo del descenso.