La imagen y la mirada se han vuelto soberanas. Desde los dispositivos de realidad virtual hasta las tecnologías de vigilancia, existe un marco de hipervisibilidad empeñado en volver todo íntegramente visible. Ante esta situación, ¿cómo puede el arte, en su dimensión de imagen simbólica, continuar siendo un lugar de satisfacción y conocimiento? Este conflicto no ha pasado desapercibido para numerosos artistas, que han llevado a cabo fórmulas que se oponen a la embriaguez de lo visible.
Desde una óptica similar funciona la actual cita, nuevo capítulo de ‘Un rastro involuntario’, ciclo expositivo comisariado por This is Jackalope (Cristina Anglada y Gema Melgar) para La Casa Encendida. Hace unos meses pudimos contemplar el primer episodio, una muestra de la polaca Agnieszka...
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