Montero justifica la implantación de peajes en las autovías para «cuando la recuperación sea una realidad»

La ministra de Hacienda y portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, ha fechado la implantación de peajes en las autovías españolas para «cuando la recuperación sea una realidad». Montero se refirió al año 2024 como «una fecha tentativa» para la ejecución de la medida. La iniciativa, tal y como publicó ayer ABC, forma parte del paquete de reformas estructurales que el Gobierno traslada a la Unión Europea para la recepción de fondos comunitarios asociados al Plan de Recuperación y Resiliencia. En declaraciones a los medios de comunicación tras presidir la presentación del Plan Industrial de Alcalá de Guadaíra 2021-2023, Montero precisó que la presencia de peajes en las autovías «se está estudiando», de manera que ha desechado que «se ponga en marcha ahora» y esgrimió que «el ministro Ábalos lleva tiempo comentándolo». La ministra de Hacienda justificó la iniciativa que el Gobierno español ha planteado a las autoridades comunitarias en la búsqueda de «un modelo para homologar el mantenimiento de las carreteras con los países vecinos de la Unión Europea». Montero reconoció, a preguntas de los periodistas, que 2024 podría ser una fecha para poner en marcha los peajes con el deseo de que para entonces «ojalá el crecimiento del PIB sea el previo a la pandemia». La ministra de Hacienda y portavoz del Gobierno argumentó que el Gobierno trabaja en «el impulso definitivo de iniciativas estratégicas de movilidad sostenible», pretensión que ha concretado en destinar «10.000 millones en tres años para puntos de recarga de vehículos», así como al impulso del transporte urbano o las cercanías, dentro de la aspiración de contar con «alternativas al vehículo particular». Montero, tras presentar el proyecto como «integral» para alcanzar «una movilidad sostenible que combata la agresión al medio ambiente», aseveró que «ahí se registra esa reforma», que incluye la implantación de peajes, aunque trasladó que se ejecutará con «diálogo y consenso», atributos que describió como «la seña de identidad de mi Gobierno».