Tanto los neumáticos desgastados o que ya no se pueden utilizar y el aceite que se retira de los vehículos cuando lo llevamos al taller para realizar un cambio tienen una segunda vida.
El aceite usado procedente de vehículos y maquinaria industrial es uno de los residuos más contaminantes que existen. Durante su utilización, estos lubricantes se degradan originando sustancias tóxicas y metales pesados que se producen por la exposición a altas temperaturas y presión dentro de los motores, máquinas y procesos donde se utilizan.
El vertido del aceite usado puede perjudicar tanto el suelo como las aguas superficiales y subterráneas, afectando gravemente a la fertilidad del suelo, al alterar su actividad biológica y química.
Si no se recicla correctamente el aceite...
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